Judgment

2.1K 306 49
                                    

Una suave brisa mañanera se colaba por su ventana acompañada por el el canto de las aves, mientras una doncella peinaba la larga y plateada cabellera de la princesa, todo apuntaba a que los sirvientes no le habían contado a la reina lo que escucha...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una suave brisa mañanera se colaba por su ventana acompañada por el el canto de las aves, mientras una doncella peinaba la larga y plateada cabellera de la princesa, todo apuntaba a que los sirvientes no le habían contado a la reina lo que escucharon y seria un día tranquilo.

O al menos lo seria fuera de la cabeza de la Targaryen.

— ¿Puedo venir a verte?- cuestionó nervioso, totalmente diferente al que era unos momentos atrás, incluso se podía notar un pequeño sonrojo en sus mejillas.

— Vuelve cuando hayas resuelto el asunto de tu amante- le respondió antes de cerrarle la puerta en la cara. 

«¿Por qué tenías que decir eso?», se reprochó molesta consigo misma.

Se estaba dejando llevar por las emociones y eso no le gustaba.

Se había dicho que no le daría importancia si Aemond tenía una amante, sin embargo, después de lo que ocurrió entre ellos, le disgustaba el pensar que él actuaba de la misma forma con esa mujer.

Por los informes que había recibido, era claro que Aemond y su amante eran muy cercanos, así que no la dejaría solo porque ella se lo pidiese.

— Lo siento, majestad. No puede pasar en estos momentos...- la voz de Arryk la sacó de sus pensamientos. Se escuchaba irritado; al parecer se encontraba discutiendo con alguien.

«Es una lastima que no llegase antes para ver a su hijo», pensó divertida al reconocer que una de las voces afuera era de la reina.

— Ser Arryk, háganse a un lado- comentó de manera autoritaria Criston Cole,— ¿con qué autoridad osa a bloquear el camino de su majestad, la reina?

— Me disculpo por esto, majestad,- dijo con calma el Cargyll— pero, no puedo permitir que entre a la habitación...

Los gritos detrás de la puerta, comenzaban a hacerse mas fuertes indicándole a la Targaryen que aún si la situación le parecía divertida, debía de ir a detenerlos antes de que le ocasionase un problema a su caballero.

— Princesa, ¿está segura de esto?- cuestionó con preocupación su doncella 

Aerea le sonrió para tranquilizarla, y le hizo una seña con la mano para que fuese hacia la puerta. La doncella obedeció, abriendo las puertas de par en par, encontrando ante sus ojos una escena nada grata. Arryk se mantenía sereno, bloqueando la puerta a pesar de que el caballero de la reina le apuntaba con su espada. Algunas veces, le sorprendía la paciencia que su guardia podía tener em situaciones como esa.

— ¿Ha sucedido algo, madre?- cuestionó desde su asiento, fingiendo sorprenderse al ver a la reina ahí.

La Hightower ignoró completamente la pregunta de la peliblateada y se adentro a la habitación; se podía notar la furiosa que estaba. Sin dirigirle palabra alguna a los presentes, comenzó a dar vueltas en los aposentos como si buscase encontrar a alguien, pero no había nadie más, y eso comenzaba a irritarla aún más.

Dragon bloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora