3. El gran día.

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7 Noviembre 2022

En la madrugada del lunes tomé el avión privado de la AFA en Ezeiza, aproximadamente unas 50 personas había subido al avión junto a mi, estaban varios dirigentes, médicos, utileros, cocineros y hasta el peluquero de los chicos. Enzo, estaba a mi lado y yo... miraba la ventana, todavía en shock por estar en un avión privado y de ser parte de esto. 

Me sentía Ricardo Fort pero sin la plata y ninguna propiedad a mi nombre. 

Supongo que íbamos a hacer escala en Madrid e ir directo a Doha llegaríamos en la noche recién, era un viaje cansador y acabábamos de despegar. 

— ...y cada día trato de que el esfuerzo físico de las personas mejore un poco más, vengo de una familia en donde todos son saludables y hacen ejercicio a cada segundo, creo que entenderás el por qué de mi gusto a las actividades físicas. De hecho, como me dijiste, también hice varios cursos que estaban relacionado al mundo del fútbol, siempre me llamó la atención esa coordinación... 

Y Enzo seguía hablando y hablando durante las primeras horas, no me molestaba el hecho de que me estuviese hablando, si no que era muy temprano como para que sacarle charla y la insistencia hacía que mi humor se viniera abajo, no podía soportar más que hable y además, porque no estoy acostumbrada a eso, me cae bien pero... ¿No puede cerrar la boca un segundito? 

— Si la verdad es interesante todo lo que es el cuerpo humano y como cada día se pueden superar un poquito mas, te entiendo. — reí amable, no era de ser descortés.

Me disculpé y me levanté al baño.  

Silencio, dulce y hermoso silencio. Suspiré porque ya había fila en el baño, entonces veo que alguien se forma detrás de mi con su celular en la mano y una forma muy particular de masticar chicle. Lo miré de reojo y me di cuenta que era Scaloni que estaba detrás de mi. 

ESTABA. SCALONI. DETRÁS DE MI.

El olor a perfume llegó a mi nariz y junto a eso las pulsaciones de mi corazón.

 Enseguida me empezó a sudar las manos, y en cualquier momento me iba a hacer pis encima. Él me miró unos segundos, tecleó algunas cosas más y nuevamente me miró.

— Hola, ¿Malia no? —sonrió agradable— No tuvimos mucho tiempo de hablar, pero estoy agradecido de que prestes tu gran trabajo en una selección tan hermosa. Y nada, después si hay algún tiempito necesito que hablemos... tranquila no es nada malo, si no es para coordinar lo que es la sala de sesiones y los instrumentos que necesitás. Además de algunas pautas que piden los jugadores, es un poco largo...  —Dijo medio serio.

Sabía lo que se venía, ya que dió una breve mirada a mi vestimenta, era de lo más común, jogging blanco bastante suelto y una remera normal de color negra, y me dieron la típica campera de la selección, había escuchado a una de las chicas que están en este avión que no estaba vestida para la ocasión pero en el contrato no está dicho que debo vestirme de determinada forma, asique tengo que esperar para que me lo diga. 

La forma de la que hablan sin pudor del cuerpo de los demás era algo que me  molestaba bastante, siempre fui una chica de curvas por genética, obviando que me gusta comer y entrenar casi todos los días, amaba estar en forma y el hecho de no ''dejarme estar'', era algo con lo que luchaba desde hace tiempo, pero la mayoría de las personas no lo entienderían. 

𝔘𝔫 𝔪𝔢𝔰 𝔪á𝔰. (''𝔇𝔦𝔟𝔲'' 𝔐𝔞𝔯𝔱í𝔫𝔢𝔷) 𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora