♯𝐓𝐇𝐈𝐑𝐓𝐄𝐄𝐍·

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Unos meses antes de que el atraco comenzara, los miembros se reunían cuatro veces por semana para recibir capacitación, ese día en específico el Profesor les estaba explicando que tendrían que aprender los primeros auxilios en caso de que algún rehén se lastime.

Se divertían adivinando donde estaba cada órgano del cuerpo hasta que fue el turno de Rio, la rubia había notado que él claramente no estaba de humor pues no le había dirigido la palabra en toda la sesión.

Eso era raro en él, así que la chica asumió que se había peleado con sus padres.

—Pueden quedarse a jugar ser doctores —Fue lo último que dijo antes de salir, la rubia intenta ir tras él pero el profesor la detiene.

El hombre de lentes prefiere terminar la sesión y manda a todos a descansar. El lugar donde se reunían era un edificio abandonado, que tenía muchas habitaciones donde Tokio y Alaska podían quedarse fácilmente, pero estaba vez tenían que irse por que la rubia tenía que ir a la escuela al otro día a fingir ser una adolescente de diecisiete.

Pero justo a punto de irse, él profesor le pidió a Alaska que lo acompañara a un lugar. Se despidió de Tokio y se fue con el hombre, fueron el silencio hasta llegar a una zona de departamentos, lo mira sin comprender por qué estaban ahí y luego el Profesor le explica que en uno de eso vive Rio.

—Chaewon — Hace meses que nadie la llamaba por su nombre—¿Puedes entender por qué un niño inmaduro y adinerado decidió unirse al esto?

—No juzgo, cada uno tiene su propia historia —Responde. Siempre supuso que era por sus padres, pero nunca quiso preguntarle a Rio.

Rio pasa a un lado del auto a gran velocidad, el Profesor pone el auto en marcha y lo sigue. Llegan a un antro, donde se toman su tiempo para entrar, y cuando por fin lo hacen encuentran a Rio totalmente ebrio y bailando con algunas chicas a las cuales las llamaba "Alaska"

Afortunadamente, la rubia fue la única que noto eso.

Lo toma de cuello de la camisa y lo arrastra hasta los baños, donde espera a que el Profesor entre para cerrar la puerta con seguro, empuja al castaño contra la pared del baño y se arrodilla enfrente de él.

—Que patético eres —Dice Chaewon, intento sonar ruda por la presencia del hombre de lentes.

—Si piensas eso entonces ¿por qué estás aquí? —La rubia le coloca el arma de bolsillo en la cabeza.

—¿Crees que es por ti? —Si lo era, pero las mentiras solidas ante todo—, No le hablaste a tu familia por el plan ¿cierto?, si es así lamento decirte que todos están en peligro.

—¿Es enserio? —Rio comienza a reírse—, Ojala lo hubieran dicho desde el principio, yo les hubiera dicho todo.

El Profesor se acerca y le quita el arma de la cabeza, intentaba dialogar con él pero Rio se comportaba como un adolescente rebelde y chillón, lo toma con fuerza de la cabeza y lo obliga a mirarlo, haciendo que el castaño se quedara callado y algo asustado por el comportamiento repentino.

Rio volvió a hacer una rabieta, sacando de sus casillas al Profesor, llego al punto en que dijo:

—Te espero afuera Alaska.

Y entonces salió, Rio se intentó levantar, pero Alaska volvió a empujarlo y a obligarlo a sentarse en el suelo. Se vuelve a arrodillar delante de él mientras lo toma del cuello de la camisa.

—Una vez que estas dentro, no puedes salir hasta que mueras y escúchame con atención, si sigues huyendo se convertirá en un hábito —Dice la rubia, no tanto por la situación de ahora, si no por su comportamiento de las otras veces—, Te vas a arrepentir y será pronto.

𝘈𝘛𝘙𝘈𝘊𝘖; 𝘙𝘪𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora