♯𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐅𝐎𝐔𝐑·

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Ambas chicas estaban tomadas de las manos, compartiendo miradas y susurros discretos cuando entonces la inspectora Seon, la presencia de la mujer hizo que las dos se suelten de las manos y se miren de la peor manera.

Woojin se sienta delante de ellas, mirándolas y luego a las dos bitácoras que tenía en las manos.

—Nombre real, Ri Hongdan y Jang Chaewon, ambas de 25 años —Habla la inspectora y luego comienza a hojear las bitácoras—, Son mujeres buscadas, que historial más impresionante.

—Me halaga —Habla Jang y Woojin le da una mirada fulminante.

—Tu narcotráfico —Dice la inspectora mirando a la rubia—, Y tu robo —Dice mirando a la de cabello corto—. Deberían cooperar, si lo hacen reduciremos la sentencia. Si resolvemos la situación de la hora que Song Jungho nos dio como límite, quitarán peso en su historial y serán heroínas que, salvo inocentes, y es posible que logremos reducir sus condenas.

—¿Cuánto es la mitad de una cadena perpetua? —Pregunta Tokio—, ¿Cuarenta? ¿Tal vez más?

La inspectora la miro con algo de pena, porque aún eran muy jóvenes para hacer lo que hacían. Suspiro y saco unas fotos, donde se miraba el escondite y algunas de las pancartas que había allí, esperan a que ambas se rindieran y aceptaran los términos.

Pero tan pronto como empezó a decir que el atraco era con fines políticos ambas colocaron una expresión burlona en sus rostros.

—Cuantas tonterías dice, vine al sur por que estaba harta de las estupideces de la revolución, a un país donde el dinero lo resuelve todo —Aclara Tokio—, Vine a este lugar porque me ofrecieron hacer una fortuna.

—Es claro que no comprende las cosas, esto se hace por dinero, no por intereses político —Habla Alaska.

—Tal vez están aquí por el dinero, pero que hay de los otros —Dice la inspectora.

—Esos imbéciles se aprovecharon de mi —Culpa Tokio.

—Ahora te harás la victima —Responde Alaska, metida en su papel.

—Al parecer tuvieron conflictos internos —Insinúa la inspectora.

—Ese idiota de Berlín pensó que era un espía —Dice la rubia y luego mira a la chica a su lado—, Te resulto fácil culparme ¿No?, ¿no pensaste que iba a salir contraproducente? 

—Su enfermedad lo volvió loco, él no me sacaría

—¿Huntington verdad? —Pregunta Woojin acercándose a ellas.

—Si.

La inspectora se queda mirándolas por un largo rato, convenciéndose que ellas decían la verdad y que realmente estaban confesando, pero entonces en una mirada que se dieron se notó una hermandad muy sólida.

Fui ahí donde se dio cuenta que estaban mintiendo en algo.

Da una orden y sus agentes entran a la sala de interrogatorios con aparatos de detector de pulso. Se colocaron a Tokio mientras que a la rubia la tomaron por los hombros para que no se moviera.

—Empecemos de nuevo —Dice la inspectora.

Jang Chaewon se ríe de forma burlona.

—Eres una verdadera estúpida si crees que diremos algo que ayude —Habla e intenta quitar las manos del agente sobre ella, pero fue inútil.

La mujer comienza a repetir algunas preguntas y diciendo algunas nuevas que eran predecibles, Tokio se limitaba a responder con calma e intento sonar convencible, pero entonces la inspectora le dio en el talón de Aquiles.

𝘈𝘛𝘙𝘈𝘊𝘖; 𝘙𝘪𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora