𝘈𝘛𝘙𝘈𝘊𝘖; 𝘙𝘪𝘰

¿𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋?

NOTA ANTES DE LEER: Esta parte contiene una escena sexual algo explicita, si no te gusta, te recomiendo que la saltes.

Las cosas habían comenzado a mejorar, después de encontrar una salida El Profesor logro contactarse con los matones para poder informales los cambias que surgieron en el plan. Fue cuando Alaska recordó a su amiga.

Consiguió un teléfono en cuanto antes y simplemente le marco.

—Te necesito —Dijo la rubia y entonces le conto lo que requería de ella.

La tailandesa no dudo en ayudar, enviando a sus hombres a donde le había dicho su amiga. Mientras los miembros del atraco movían el dinero los matones hacían su parte en el exterior, activando las bombas que anteriormente era para distraer a la gente.

Los agentes no tardaron en descubrir dichas bombas, alertando al político al mando. El sádico hombre ordeno que bloquearan el paso y rodeando a los ciudadanos, pues solo tenía un objetivo, matar a las malditas ratas que robaban su dinero.

Sin mucho éxito, las bombas explotaron alertando a todas las personas presentes. Pero para sorpresa de muchos, de las alcantarinas comenzaron a salir inflables con algo dentro, que a los pocos minutos explotaron y soltaron sumas fuertes de dinero.

El sol comenzaba a bajar y con ello el atardecer aparecía con un brillo hermoso, fue este fenómeno quien recibió a todos los ladrones cuando llegaron al fin de la caverna. Todos suspirados aliviados, sintiendo como el peso de sus hombros disminuía.

—¡Lo lograron! —Exclama Lisa, quien había decidido ir a recibir a su amiga para ver las caras de las personas cómplices del mayor atraco del mundo.

Bambam dio una orden y sus hombres corrieron a ayudar a los demás con las bolsas de dinero y a cargarlo en camiones. La rubia corrió hasta Lisa y la abrazo fuertemente mientras le agradecía por su ayuda.

La mirada de la tailandesa va hacia un castaño que mantenía la mirada en su amiga, y fue que comprendió que él era la persona que había enamorado a su vieja amiga. No pregunto nada, porque una mirada dice más que mil palabras.

Los Tailandeces los ayudaron en todo momento, incluso los escoltaron hasta la estación de tren donde el Porfesor se encargaba de supervisar y sobornar al conductor mientras que Lisa ayudaba a Alaska con su herida.

—Así que es el, ¿no? —Pregunta Lisa mientras revisaba la herida de su amiga—, No para de mirarnos desde que salieron.

—Si, desde que me dispararon ha tenido los nervios de punta —Decía la rubia mientras le daba una mirada—. Rio se está volviendo alguien sobreprotector por todas las complicaciones.

—¿Cómo se llama?  

—Han Yoseop

—Okey, dile al señorito Han que deje de mirarme como si te estuviera haciendo algo malo —Bromea Lisa terminando de tratar la herida—, ¿Qué harás ahora? ¿Los voy a proteger por separado o te vas a ir con él? No creo que sea buena idea que estén juntos por ahora, el atraco es reciente y es más fácil que los atrapen juntos.

La tailandesa tenía razón, podría ser complicado.

—No lo había pensado.

—Sepárense por un tiempo, envíalo a Los Angeles, mis hombres lo estarán esperando y lo escoltarán a una residencia temporal mientras tú te quedas en algún lugar de Europa, solo dos meses y yo hare que se reúnan de nuevo.

—Lo hablare con él, te llamare cuando lo tenga decidido —Decreta la rubia.

Se acomoda la ropa una vez que terminaron de atenderla, su amiga se despide y se va arrastrando a BamBam con ella. Estaba con los demás cuando a uno de los matones le entra una llamada, la cara del hombre paso de estar confundido ha conmocionado.