A solas con la luna

4- Encajar.

Rápido, rápido. Oculta las emociones que deja entrever tu rostro. No te quites la máscara que llevas puesta hace tiempo. Recuerda, cuanto más puedan ver de ti, más podrán dañarte.

Camina, camina. Pero no tan rápido, porque pensarán que tienes prisa y que estás buscando algo de forma desenfrenada. ¿Por qué alguien que no busca nada caminaría tan rápido?
Pero cuidado, tampoco camines tan lento. No querrás que ellos piensen que eres extraño, o que ocultas algo.
Halla un intermedio, ni tan rápido ni tan lento, y siempre ve con la cabeza en alto, pero ten cuidado, porque pueden pensar que eres un poco soberbio. Y si bajas la cabeza, no tardarán en pensar que eres débil y que te pueden pisotear.

Cuida tu postura, no estés encorvado, no quieres que piensen que eres introvertido y fácil de manipular. Pero tampoco camines tan recto, porque entonces, pensarás que quieres una mirada de parte de los demás.

No seas tan intenso. Aquellos que tienen emociones deben tener en cuenta que sufrirán y que perderán por amar. Además, a nadie le gusta la gente intensa. Todos piensan que esas personas son patéticas. Pero tampoco seas tan cerrado, pensarán que te dejaste lastimar y que por eso tardas en confiar.

¿Qué sucede, pequeño? ¿Acaso no quieres encajar? El patrón de esta sociedad en la que tienes que buscar un lugar para poder sobrellevar el tipo de vida que según tú te encantará, solo se obtiene encajando en un sistema del que nadie se atreve a escapar. Quizá por miedo, miedo al rechazo que obtendrán por dejarse llevar y no preocuparse por el qué dirán. Miedo a las críticas "constructivas", que en realidad no son más que miradas de arriba a abajo, simbolizando dejes de superioridad.

Puedes no querer encajar, pero, de una u otra manera, siempre terminarás cayendo. No hay manera de dejar a un lado aquello que te fue inculcado, siempre quedan pequeños trozos de pensamientos cerrados que no hacen más que generar daños.

Pero cuidado, no te atrevas a escapar. No quieres que ellos te dejen de lado.