6- ¿Libertad o perdición?

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Me rompe el corazón una y otra vez.
Escuchó un "perdón, sé que soy un idiota" salir de su boca. Pero, por alguna razón, sé que no está diciendo la verdad.

Quisiera decir que no lo esperaría por siempre, y la luna sabe que estoy diciendo la verdad. Quisiera dejar de amarlo, pero a la vez quisiera poder tenerlo entre mis brazos una vez más. Explicarle con palabras y caricias lo mucho que lo amo, y que no quiero que me haga extrañarlo más. Quisiera poder entregarme a él y hacerle saber que vale la pena, que siempre valió la pena para mí, y que cruzaría mar y tierra por escucharlo decir que me ama, que nunca me ha dejado de amar, y que se va a quedar.

Quisiera poder olvidarlo y soltar hasta la más mínima parte de lo que siento por él hasta que solo queden partículas diminutas que con el tiempo se evaporarán. Quisiera poder rasgar mi corazón, hacerle saber que no es él, que él no nos quiere lo suficiente como para quedarse aquí, conmigo, protegiéndome como prometió. Quisiera poder explicar todo lo que siento por ese chico, poder soltar todo hasta que no quede más que decir. Pero no puedo, no puedo dejar de amarlo por más que trate, porque me entendió y estuvo ahí para mí cuando nadie más lo estuvo. Se mantuvo a mi lado, recordándome que valía la pena y quitando todas aquellas cosas que él no había creado, pero sí había intensificado. Se quedó conmigo en mis noches en vela, aquellas en las que no podía hacer nada más que llorar, porque sentía como mi corazón se encogía y el nudo en mi garganta crecía.

Se podría decir que me liberó, pero estaría mintiendo si dijera que no me condenó.

A solas con la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora