Disfruten de su velada

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POV LISA

Me senté en uno de los sofás individuales, dejando el más grande para la pareja que estaba a punto de ingresar a la sala, obviamente no iba a invadir su espacio y menos estaría en medio, eso iba a ser realmente estúpido.

Sin esperar a que las dos llegasen, agarré uno de los pedazos de pizza y los lleve en la boca, no tenía mucha hambre, bueno al principio sí, pero con todas las sorpresas que fui teniendo en el trascurso de unos minutos, el hambre desapareció literalmente; al menos, Jennie se tomó la molestia de pedir mi sabor favorito así que, aunque sea eso se lo agradecía.

Pasaron los minutos y las dos enamoradas no venían, imagino que prefirieron comerse entre ellas dos, en vez de la pizza, buena elección de su parte, pero al menos debían de considerar que sigo estando aquí o ¿no?

¿Dónde quedó lo de comer la pizza antes de que se enfrié? Al menos mi buena elección fue el no esperarlas y comer, así hago pasar la pesadez de mi estomago o que para mi suerte me dé un dolor estomacal que me lleve al hospital en vez de seguir aquí, cualquier opción menos estar aquí, era lo mejor para mí en estos momentos.

Cualquier pensamiento loco en mi cabeza fue interrumpido por las dos personas, quienes sus sonrisas irradiaban la habitación y su aura era brillante, rejuvenecedor y asombroso, al contrario del mío, que estaba en puntos suspensivos, ni siquiera sabía que aura me rodeaba a mí, ¡Por Dios!

Lo primero que hice fue girar los ojos y desviar mi vista en cualquier otro lugar que no sea en la cara de satisfacción de Jennie... sus ojos estaban brillosos de felicidad, sus labios levemente hinchados y el labial ligeramente corridos.

Y sí, definitivamente aprovecharon el tiempo y comieron algo mejor. Antes las bromas que hacia Jennie me parecían los más chistosos del mundo, pero ahora cualquier cosa que salga de su boca, me parecía lo más estúpido, preferiría que lo mantuviera ocupada siguiendo colgada en los labios de su adorada novia y que dejen en paz a mis oídos. No entendía porque estaba tan irritada o porque todo me parecía pesado y ridículo, incluso yo me sentía realmente estúpida, por seguir accediendo a esto.

- Tanta hambre tenías y eso que ya te querías ir. - Bromeó Jennie al ver la caja de pizza abierta y sin algunos trozos en ella, tampoco es que comí toda, solo fueron dos pedazos, pero obvio la chica estaba feliz y quería restregarlo a los cuatro vientos, con sus bromas y comentarios sin sentidos.

- ¿Por qué se quería ir? - Preguntó Yeri levemente sorprendida por lo que había dicho su novia. Yo me mantuve callada, dejando que las dos se respondieran o si bien sacasen sus propias conclusiones. No me importaba en lo absoluto opinar, ni desmentir nada, por más de que la conversación se esté tratando de mí.

Al parecer las dos se dieron cuenta de mi seriedad y prefirieron callarse y colocarse cada una en su lugar, también llevándose a la boca sus respectivas pizzas y poner una película que Jennie había elegido. En otras circunstancias, me hubiera gustado disfrutar de la película, entender lo que pasa en ella, pero ahora no... no teniendo a esas dos en la misma sala, acurrucándose y besándose de vez en cuando, tal vez ni ellas les esté prestando atención a lo que realmente este pasando dentro de la película.

Para mi sorpresa o distracción más bien, recibí un mensaje, no lo tenía en volumen alto, pero si la vibración y eso logró llamar la atención de cierta personita, que no despegó sus ojos ni un segundo de lo que vaya a hacer con el celular. A ella nunca le gustó que usará el celular estando con ella, pero como ahora yo no estoy con ella y ella está en los brazos de otra, pues en lo mínimo me importaba su mirada fija en mí y en mis movimientos.

Sin darle muchas vueltas al asunto y sin dejarme intimidar ante ella, revise el mensaje; era lo que sospechaba, jamás iba a faltar un mensaje de mi hermana, preguntándome en donde estaba o si me encontraba bien, pues siendo la hermana mayor como ella se suele designar, pues se preocupa y siempre cuida de mí.

La amo a ella, Lisa - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora