No estoy celosa

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POV JENNIE

Estaba tan enojada con Lisa, que ni siquiera quise enviarle un mensaje, ni llamarla, definitivamente esto le costará más que regalitos o halagos para que la perdone, pues se había comportado tan estúpidamente.

¿Acaso no compartía conmigo la misma felicidad?, siempre supo el amor que siento por Yeri y al tenerlas ahí a las dos, me parecía tan hermoso, pues estaría con el amor de mi vida y mi mejor amiga, es que eso ¿era tan difícil de entender?

Tampoco me iba a quedar tan tranquila sin saber cómo llegó a su casa, no la escribiría a ella, así que solo le envié un mensaje a su hermana para pedirle que me avise cuando Lalisa llegue sana y salva en su casa.

Luego de enviar el mensaje fui nuevamente a la sala donde estaba mi chica, al verla sentada ahí, no pude evitar que inmediatamente se me formará una sonrisa, literalmente amaba a esa hermosa mujer.

- Hey... - Habló al verme entrar y extendió sus brazos para poder abrazarme.

- Hola preciosa... - Respondí estando en sus brazos y le di un beso un poco largo.

- Entonces... al final se fue. - Dijo refiriéndose a Lisa obviamente.

- Si. - Le reste importancia, pues no quería volver a mi enojo y no quería demostrarle nada a ella.

- ¿Y porque se fue? ¿Crees que fue porque yo llegue? - Preguntó dudosa.

- Solo dijo que ya se quería ir... y no, no creo que sea por eso. - Mentí y sonreí para trasmitirle un poco de tranquilidad.

Esa noche no estaba planeado que ella se quedara a dormir, pero como era demasiado tarde, obviamente le pedí que se quedara, pasamos unos segundos más besándonos en el sofá, entre caricias y manoseos, la temperatura iba aumentando de intensidad y como pudimos fuimos llegando a mi habitación.

De momentos, no podía dejar de pensar en lo que paso hoy con Lalisa, nunca habíamos discutido de esa manera. Para desviar mi atención nuevamente en la chica que me estaba besando apasionadamente, trate de no pensar en la otra, tal vez la tensión que hubo me dejó un poco mal, pero eso no iba a impedir que haga el amor con Yeri.

De apoco fuimos acostándonos en la cama, ella se posicionó enseguida encima mío y me empezó a besar el cuello, acariciando todo mi cuerpo, estaba realmente extasiada por sus caricias, pero todo me dio vueltas cuando la imagen de Lisa sobre mi vino nuevamente en mi mente, ¡Dios! Como puedo pensar en ella justo en este momento.

- ¿Estás bien? - Preguntó la chica deteniendo sus movimientos.

- Si amor... solo quería hablar sobre nosotras, ya sabes. - En verdad si lo quería hacer, aún no hemos vuelto oficialmente y eso me estaba preocupando.

- De verdad... ¿justo en este momento? - Hizo el intento de quitarse encima de mi así que se lo impedí y la volví a besar apasionadamente, en verdad la extrañaba y tal vez estar con ella y hacer el amor era más importante en esos momentos que hablar o pensar en la estúpida de Lalisa.

Esa noche terminé por hacer el amor con la mujer de mis sueños y nos quedamos profundamente dormidas.

Al otro día me desperté en los brazos de mi chica, una sonrisa de satisfacción se formó en mi rostro cuando la vi durmiendo tranquilamente, dibujé imágenes imaginarias sobre su hermosa piel, causándole cosquillas de vez en cuando.

Le di un último beso y fui a preparar el desayuno para las dos, de paso llevé mi celular para revisar mis mensajes y redes sociales. Abrí el mensaje de Rosé que me había llegado anoche, obviamente no lo pude revisar, ni siquiera me di cuenta de que me respondió a los 30 minutos, pues estaba con mi amada en un momento clave.

La amo a ella, Lisa - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora