La amo a ella, Lisa - Jenlisa

Reconciliación

POV LISA

- ¿Te sientes bien? ¿No te duele nada? ¿Quieres que llame al doctor?

- Lisa, estoy bien... auauau... - Se quejo mi hermana luego de un movimiento un poco brusco.

- Ves te dije, es mejor llamar al doctor. - Agarre mi celular para avisar que iríamos otra vez, pero me lo arrebataron.

- ¿Qué? - Espeté confundida.

- Estoy bien Lisa, no quiero volver a ese lugar, además por algo ya me dieron de alta. - Rosé puso los ojos en blanco con fastidio. - Te preocupas demasiado. - Finalizó un poco divertida y esta vez fui yo quien giró los ojos.

- Es verdad, pero no quiero que te duela nada más, tampoco quiero que vuelvas nunca más en ese lugar. - Hice un puchero y agaché la cabeza, aun no me perdonaba el haberla abandonado.

- Sí, pero ya escuchaste lo que dijeron los doctores, es mejor que siga mi recuperación, acá en casa, con ustedes. ¿Por qué estarás conmigo, no es así? - Quiso asegurar.

- Yo-

- ¿Me vas a volver a dejar Lisa? - Indagó y su tono era de pura decepción. Al ver que no respondía, me echó prácticamente de su pieza.

- ¿Me puedes dejar sola, por favor? - Pidió.

- Rosie quiero estar contigo. - Dije con tristeza.

- Pues yo necesito descansar, así que, por favor, déjame sola. Jisoo pronto vendrá a verme. - Rodé los ojos al escuchar ese nombre.

- Sigo pensando que no deberías ni darle una oportunidad a esa... - Cuando iba a decir una mala palabra, Rosé me freno con una mirada severa. - A ella* - Aclaré rápidamente. - Por su culpa tuviste ese accidente, si fuera por mí ya la mataba en el momento en que entró al hospital, pero la terca de Kim me lo impidió ¡Ashh! No soporto cuando se vuelve una mandona, piensa que estoy a sus pies y haré lo que ella me diga... pero créeme, no lo hice porque ella lo pidió, sino porque no quería armar un escándalo en el hospital... ¡JA! - Me estaba quejando literalmente de todo lo que pasaba durante nuestra estadía en el hospital, y no me daba cuenta que mi hermana me escuchaba divertida, su sonrisa se ensanchó y eso llamó mi atención.

- ¿Qué? - La miré confundida.

- ¿Así que Jennie impidió que le hicieras algo a Jisoo? - Cuestionó con una sonrisa ladina.

- Pues no... claro que no, o bueno, ella dijo, no más bien, Sentenció de que no le hiciera nada a Jisoo, o que la tocara, pero no hice nada, no porque ella lo haya dicho. - Aclaré.

- ¡Aah! Seguro. - Achinó los ojos.

- Pues claro, ella piensa que sus ojos de gato me van a doblegar tan fácilmente, eso sí, jamás. - Aseguré.

- Con que ojos de gato, ¿no? - Mi hermana hablaba poco, no lo entendía, yo hablaba muy enserio al respecto.

- Sí, acaso no ves que sus ojos parecen a los de un gatito, cuando los miras te puedes perder en ellos. - Seguía y a este punto ya no sabía si era una queja o un halago hacia Jennie.

- ¿Y te gustan? - Cuestionó mi hermana y sin dudar respondí.

- Me encantan.

- ¿Qué? ¡NO! no me encantan, quiero decir que, sí son lindos, pero no son para taaanto. - Me corregí antes de que mal interpreten las cosas.

- Seguro... recuerdas que en la universidad siempre andaban detrás de ella por eso? Decían que sus ojos eran los más hermosos, que su cuerpo era el más perfecto y ni que hablar lo que decían de su trasero, hasta yo opinaba lo mismo y-