La amo a ella, Lisa - Jenlisa

Por favor, tócame

POV LISA

- Lisa está muy oscuro aquí ¿de quién fue la idea de apagar todas las luces? - Preguntó la coreana, tratando de no chocar con nada.

- No lo sé, creo que fue Jisoo. - La culpe sin remordimientos.

- Pero si ella llego primero a la habitación. - Dudó.

- Sí, pero yo ya no estaba abajo. - Me justifique.

- Como sea, puedes agarrarme de la mano, por favor... debimos haber traído un celular. - Pidió y lo hice para poder guiarnos.

- Estás sudando. - Comentó, y era verdad, me sentía muy ansiosa. Creo que por hoy ya hubo demasiado contacto.

- Es por el calor. - Excuse.

- Lisa, está lloviendo y hay una tormenta, como es posible que tengas calor.

- Es que tú me calientas. - Pensé.

- ¿O es que tienes miedo a la oscuridad? - Bromeó haciéndome escuchar su risa pequeña. - Que adorable. - Volví a pensar.

- Claro que no... Por favor Jennie, soy una adulta, ya no tengo miedo de esas cosas. - Negué.

- Mierda... - Justo cuando iba a replicar se tropezó con vaya a saber qué. Quería intentar sostenerla, pero me fue imposible.

- ¿Estás bien? - Indagué y por inercia la sujeté de la cintura.

- Sí, lo siento, no pise bien. - Explicó, pero no se quitaba de encima.

- ¿Te sientes cómoda? - Pregunté, debido a nuestra posición. La pude ver darse cuenta, debido a la luz de los rayos que entraba por la ventana.

- ¡Oh Dios mío! - Expresó. - Yo sí que me siento cómoda. - Dijo de repente. Al principio pensé que se iba a quitar, pero fue todo lo contrario.

- Jennie... - Susurré cuando sus labios se acercaron más a los míos. Su respiración acelerada era cada vez más notoria.

- Lisa... - Susurró de vuelta.

- Jennie... - Repetí.

- Lisa, por favor, solo uno. - Pidió y supe a que se refería.

- Jennie-

- ¡Ya bésame!, por favor. - Exigió sin paciencia.

- B-bueno... solo porque dijiste por favor. - Bromeé nerviosa y ya no quería evitar lo inevitable. Era obvio que las dos lo deseábamos.

Acorte totalmente la poca distancia que separaba nuestros labios y las ataque al instante. Me sentí en el cielo cuando se volvieron a unir, Jennie empezó a mover ferozmente su boca, su cabeza iba de un lado a otro con la intención de profundizar cada vez más nuestro beso, que por cierto no era nada delicado o suave.

- Mmh... - Gemí cuando estiro mi labio inferior y lo succionó fuerte, pero deliciosamente.

- Sé que había dicho que lo quería solo una vez... - Murmuró con la respiración entre cortada. - Pero después de este increíble beso, no creo poder separarme de tus labios Lisa. - Sin dejarme siquiera responder o negar, Jennie volvió a unir nuestros labios en un apasionado beso.

Sentía que iba a enloquecer de lo bien que se movía, esta vez sí podía justificar que hacía mucho calor, demasiado.

- Por favor, tócame Lisa. - Suplicó, y fue bajando con besos húmedos por todo mi cuello. Ella me quería matar ahí mismo.

- Tócame, necesito que me toques. - Se la escuchaba suplicante, pero joder, me excitaba escucharla tan desesperada.

Encamine mis manos por su espalda, atreviéndome a tocar por debajo de su blusa. Su piel suave me dio enseguida la mejor de las bienvenidas, ya que sentía que se le erizaba literalmente ante mi toque. Amaba la espalda de Jennie, era tan bien definida, y siempre me tomaba el tiempo para poder recorrerla completamente con mis besos. Ansiaba volver a repetir esos momentos.