La amo a ella, Lisa - Jenlisa

Su perfume no era el mismo

POV JENNIE

Lentamente abrí mis ojos, no recordaba nada de lo que paso ayer, tampoco sé cómo llegué a la habitación, era obvio que estaba ahí, porque lo reconocí perfectamente bien.

Sentí unos brazos delgados envolver mi cintura, una sonrisa involuntaria salió de mis labios al imaginarle a la persona que me estaba abrazando, quise voltearme enseguida y llenarla de besos, pero algo no andaba bien, su perfume no era el mismo.

Por primera vez en mi vida, con todas mis fuerzas deseé que no sea de la persona que estoy pensando, aunque no lo quiera, también conocía perfectamente esa fragancia.

Volteé de manera lenta para salir de las dudas y por un momento sentí una decepción tremenda al ver que la persona que me estaba abrazando era mi novia.

No, yo no podía haber deseado que esa persona fuera Lisa. Estoy tan jodida.

Se supone que yo estaba con ella anoche, solo recordaba eso, luego ya no me acuerdo de absolutamente nada, ni de como mi novia ahora mismo estaba acostada a mi lado abrazándome.

- Mmm, buenos días princesa. – Dijo al encontrarme mirándola, forcé una sonrisa y le pregunté.

- ¿Qué haces aquí? – Ok, al parecer no fue la manera correcta de hablar o de preguntar, porque su rostro cambio repentinamente.

- Tu pregunta tan seca me hace sentir que no querías que estuviera aquí. – Se alejo un poco molesta, pero sin levantarse de la cama.

- Lo siento... solo no pensé que estuvieras aquí o como llegaste, me sorprendiste – Traté de suavizar la situación, ella pareció dudar unos segundos, pero bajó la guardia de apoco.

- Quise darte una sorpresa, y cuando llamé a Manobal...

- ¿Llamaste a Lisa? – Interrumpí sorpresivamente.

- Sí... - Respondió con fastidio y giró los ojos.

- Oye, no hagas eso. – Dije y por fin me atreví a darle un beso pequeño.

- Vaya, pensé que no iba a recibir una grata bienvenida. – Dijo con sarcasmo y esta vez fui yo la que rodeó los ojos.

- Lo siento... - Me acerqué y le di un beso que no duro tanto.

- ¿Entonces hablaste con ella? – Mierda y ahí de nuevo iba con el tema de Lisa.

- Sí, y me conto que no te sentías bien y me pidió que viniera a verte. – Explicó serenamente.

- Oh.... – Fue lo único que dije.

- Ohh... - Imitó y luego se puso seria al continuar.

- ¿Sabes? agradezco al fin y al cabo que ella haya estado contigo, porque te cuidó durante todas esas horas. – Comentó y no pude evitar que mi corazón se acelere un poco.

- Entiendo... - Estaba pensativa, y eso llamó la atención de mi novia.

- ¿Qué te pasa? Estás rara... - Frunció el ceño, entonces intente cambiar de tema.

- S-solo tengo hambre. – Dije y me levanté como si no hubiera estado enferma recientemente.

- ¿Quieres que pida algo a la habitación? – Inquirió con suavidad y no pude evitar que una sonrisa saliera de mis labios.

- Nop, quiero ir a comer afuera, así que levanta ese lindo trasero mi amor. – Bromeé y mi novia soltó una carcajada para levantarse y prepararse al igual que yo.

Lo de salir a comer evidentemente fue la primera excusa que se me ocurrió, realmente quería saber de Lisa, ansiaba verla desesperadamente y no sabía porque tenía esa necesidad.