Lluvia intensa

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POV JENNIE

- ¿Entonces conociste a otra persona más mientras estuviste de novia? – Quiso asegurar y la reté con la mirada.

- Acaso no me explique bien. – Dije fastidiada, pues me costaba hablar de Lisa, y aunque no le haya mencionado exactamente de cómo sucedieron las cosas y tampoco su nombre, le estaba contando una pequeña parte de la historia.

- Lo siento, me deje llevar. – Dijo dejándome continuar.

- Éramos muy amigas y sin querer ya me había enamorado de ella, no lo supe hasta que se fue para siempre de mi vida. – Irene analizaba cada palabra que iba saliendo de mí.

- Bueno, si no hubieras dicho la parte de que se fue de tu vida, pensaría que fue Manobal. – Hizo referencia y casi me atragante con mi saliva, ¿Por qué de repente dijo su apellido?

- ¿Qué?

- ¿Estás bien? – Dio palmadas suaves a mi espalda.

- Sí, ¿Por qué dijiste eso? – Indagué con cautela.

- Me refiero a Roseanne Manobal, tengo entendido que son amigas, pero dijiste que de la que te enamoraste se fue de tu vida, así mi teoría es incorrecta. – Explicó y ahora si pude soltar todo el aire contenido.

- Eh si, si... - Silencio nuevamente.

- ¿Y tú, la sigues amando? – Preguntó.

- No quiero hablar de eso. – Sentencié.

- Está bien, solo quería saberlo, tú me interesas, sabes de mis sentimientos y estaría dispuesta a ayudarte a olvidarla, solo necesito una oportunidad Jennie. – Formuló con esperanza.

- Dame tiempo, ¿sí? – No estaba en mi derecho de pedirle más tiempo, ya que ha estado detrás de mí, prácticamente desde que nos conocimos.

- Todo lo que quieras. – Afirmó dándome un cálido abrazo.

Siendo sincera conmigo misma, ya no esperaba volver a ver a Lisa, y la esperanza de que ella vuelva eran definitivamente nulas. Estaba aceptando mi realidad, y lo de seguir adelante cada vez era más convincente, y en los últimos tiempos he estado haciendo eso.

Seguir con mi vida y volver a regenerar mi energía y salud mental.

(___________)

POV ROSÉ

- Debo admitir que sigues siendo tan cara dura como siempre. – Bromeé cuando la vi traer un montón de palomitas en la sala.

- Ya me conoces. – Estuvo de acuerdo y se sentó a un lado del sofá.

- Rosé, quiero agradecerte por la oportunidad que me estás dando, de verdad. – Declaró con sinceridad.

- No lo agradezcas Talia, creo que ya era hora de pasar la página y definir lo nuestro. – Lleve un puñado de las palomitas en mi boca, sin esperar que la película comience.

- Así es, créeme que mi primer objetivo no fue esto, pero al pasar el tiempo y ver todo lo que causé, entendí que ya no eras para mí. Y nuevamente lo siento por haber sido la culpable de que tú y Kim ahora estén separadas. – Se arrepintió.

- Eso ya paso, no te preocupes. Realmente te odie sabes?... pero luego era algo que solo Jisoo y yo teníamos que aclarar y solucionar, y la busque, te lo juro. - Miré un punto fijo.

-Insistí y la esperé, hasta que llegué a un punto en que ya no podía. Y aunque ella y yo ya no estemos juntas nunca más, eso no significa que la deje de amar, por eso quise ser honesta contigo y gracias a Dios, te adelantaste y aceptaste esto. – Talia se había acercado a mí, luego de varios intentos permití que conversáramos, y me dejo en claro su postura y por más de que no somos mejores amigas, lo cual no creo que lo seamos, tampoco cerré la posibilidad de que lo nuestro sea solo y netamente "amistoso" me había quitado un peso de encima en cuando ella lo entendió.

- Entiendo, pero ahora solo me quieres, ya no me odias ¿Cierto? – Se burló y le di un golpe en el brazo.

- Es mejor que pongas la película, ya pronto empezara a llover por lo sentimental que te pusiste. – Miramos rápidamente la ventana y en efecto estaba por caer una lluvia tan fuerte.

Ella emitió una carcajada y se levantó para buscar el control y ya por fin empezar a ver la película. Era agradable compartir nuevamente con ella, sin nada de sentimientos de por medio.

Íbamos viendo prácticamente dos películas seguidas, cada que nos faltaba de comer o de tomar, nos turnábamos en ir a buscarla de la cocina.

Esta vez me tocaba a mí, por lo que al poner pausa me levanté rápidamente, me sentía un poco llena, pero jamás iba a desperdiciar la comida, sea cual sea, así que efectivamente, estaba dispuesta a seguir comiendo.

El timbre de la casa se hizo presente, no tenía claro de quien podría ser a estas horas, ya era algo tarde. Mire el reloj de pared que teníamos en la cocina, confirmándolo. No creo que mis padres se hayan olvidado de su propia llave. Sin perder más tiempo fui a abrir la puerta y...

- Jisoo... - Murmuré sorprendiéndome de su presencia.

- Hola. – Saludó tímidamente.

- ¿Qué haces aquí? – Fui directa, no estaba para nuevas ilusiones, además de que Talia seguía en la casa y el miedo de que la viera se hizo presente.

- P-pasaba por aquí y... bueno, realmente paso todos los días y, no sé porque me atreví a venir, yo... - Su confesión me dejo clavada, jamás me imagine que ella haría eso.

- ¿Y a que se debió que te hayas quedado? – Cuestioné a la defensiva.

- So-solo quise verte. – Me miró y quise desviar mis ojos de ella, pero no pude.

- ¿Para qué Jisoo? ¿No fue suficiente lo de la otra vez? – Saqué el tema.

- No me dejaste hablar Rosé que querías que hiciera. – Se justificó.

- Pues me dejaste en claro las cosas, y te lo agradezco, así ya no me seguía humillando detrás de ti. – Mis palabras salían a filo y tenía que controlarme. Estaba consciente.

- Rosé solo... - Jisoo dejó de hablar y miró por sobre mi hombro viendo lo que no quería.

- Lo siento, no debí venir. – Dijo negando y sonriendo de lado, mirando una vez más a Talia y a mí.

- Jisoo, espera, no es lo que piensas, por Dios... - La quise detener, sintiendo un Deja vu.

Ella no detuvo sus movimientos y cuando salí detrás de ella, la intensa lluvia golpeó mi cuerpo, haciéndome temblar del frío.

- Rosé, entra, ella ya se fue. – Talia vino a rescatarme sin importar que también se esté mojando.

- Yo debo explicarle, no es justo que venga y me deje así nuevamente. – Entré lo más rápido que pude a la casa, para buscar las llaves de mi auto.

- Lo sé, pero Rosé, ahora no puedes hacer nada, espera al menos que la lluvia pare, es peligroso que salgas así. – Trato de detenerme, pero no lo iba a hacer, esta vez Jisoo me tendrá que escuchar o dejar en paz.

- No, esto es suficiente, ella tendrá que entenderlo y yo iré a buscarla. - Sentencié.

Talia no tuvo más remedio que dejarme ir, pues me había quitado de su agarre, saliendo a tomar mi auto y seguir a Jisoo. Ya no estaba consciente de la inmensa lluvia y era algo que tampoco me importaba, por lo que acérele rápidamente.

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3 🌹❤

La amo a ella, Lisa - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora