La amo a ella, Lisa - Jenlisa

¿Me vas a pedir disculpas, si o no?

POV LISA

Mierda, mierda, mil veces MIERDAA... Nunca pensé que Jennie vendría a casa, bueno tampoco las posibilidades eran nulas, en algún momento ella tenía que ceder, por más de que casi siempre deja que yo la busque o que le escriba primero, pero eso no significaba que también ponía de su parte para solucionar nuestras diferencias.

Estaba hecha un desastre, ni siquiera me preocupaba por mi aspecto, incluso había planeado quedar nuevamente en mi casa y disfrutar de una buena película, lejos de todo lo que tenga que ver con la tecnología y dicha morena.

Eso me ayudo un poco con las ganas de buscarla desde el principio, pero nunca me había enojado tanto como la otra noche, obviamente sabía que volvería junto a Jennie, pero necesitaba al menos saber porque me había disgustado tanto esa noche, hasta el momento no llegué a ninguna conclusión, pero bueno, creo que ya no tendré tanto tiempo tampoco ya que la persona que domina todos mis sentidos esta justamente ahora en frente de mi casa y que estoy segura que si no le abro dentro de los 2 segundos se arm... ¡TOC, TOC, TOC! Pues como dije, ella tiene muy poca paciencia.

Baje rápidamente a abrir la maldita puerta, para encontrarme con una Jennie furiosa, pero a la vez jodidamente hermosa, no entiendo como una mujer como ella pudiera existir, en verdad es irreal tenerla en persona.

Solo pude carrasquear y disimular mi asombro, tenía que controlarme, por más de que siempre le hago saber lo hermosa que es, esta vez me sentía un poco tímida con ello, además al ver su cara de furia, era mejor ser cautelosa con mis movimientos.

La chica entró chocando su hombro con el mío y pasó de largo hasta la sala.

- ¡Auch! Vinimos salvajes. – Traté de bromear haciéndome la dolida y acariciando mi hombro, en verdad, aunque no lo crean ella si tiene mucha fuerza, pero no me dolió así de exagerado.

- ¿Y bien? – Solamente dijo eso para llevar una mano en la cintura y mirarme fijamente, esperando a que yo adivine lo que quiere.

- Pues... no tan bien porque me duele. – Sabía que no se refería al golpe, pero bueno todo por tranquilizar el ambiente.

- Sabes de lo que te hablo Manobal. – Ok, no funciono mi modo tranquilizador.

- ...

- ¿Me vas a pedir disculpas, si o no? – Ahhh con que era eso.

- Ah ¿yo debería de hacerlo? – Ósea, ¿no se supone que fue ella quien lo jodió?

- Claro. – Se mantuvo segura y firme.

- Pues la que arruino los planes fuiste tú, así que mínimo la que debería de pedirme una disculpa es otra. – Esta vez no me iba a dejar doblegar.

- Te pedí que te quedaras, tu fuiste la grosera en irte de esa forma. – Esta vez ya su voz salía con enojo.

- ¿Querías que me quedara a verte con tu novia, Jennie? Pues no, lo siento, pero no lo iba a hacer.

- Al menos ya dices que lo sientes. – Dijo y se miró las uñas con arrogancia.

- ¿Qué? Claro que no, es una forma de completar la frase... esta vez serás tú la que me pedirá una disculpa. – Ya me estaba enojando yo también.

- Si así lo que quieres, así será entonces. – Pensé que logré mi objetivo, pero fue todo lo contrario cuando vi a Jennie, dirigirse hacia la salida, mierda ella sí que es terca.

- ¿A dónde vas? – Pregunté cuando la alcance en la puerta.

- Dijiste que no me pedirías una disculpa, así que supongo que no quieres estar bien conmigo y pues ME VOY. – Acentuó la última palabra para dejar en claro su decisión.