¿Cuál es tu maldito problema?

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POV JENNIE

Estaba tirada en el sofá viendo la nada, el televisor estaba prendido, pero ni siquiera le prestaba atención. No tenía nada que hacer, y las inmensas ganas de llamar a Lisa y de pasar un rato con ella eran demasiadas. Obvio quería hacerlo, pero no quería obtener la misma respuesta o los mismos desplantes, así que me contuve y saque fuerzas de donde sea que tenía, para no hacerlo.

Y digo, no quería llamarla justamente para "tener sexo" así como ella lo solía decir, solo quería pasar el tiempo con ella, disfrutar de nuestra compañía, de abrazarnos y mimarnos, sí, he estado bastante cursi y patética últimamente.

Entonces la idea de visitar a Rosé tampoco era válida, porque seguramente estaría Lisa, y no quería que ella pensara que es una excusa para verla, aunque eso en parte sea cierta.

A veces se volvía demasiado arrogante y suponía que todo lo que hacía iba relacionado a ella, y estaba molesta por eso, porque ella nunca ha sido así, al menos no conmigo.

Cuando sentía que mis ojos se iban a cerrar del aburrimiento, escuché sonar mi celular, sin dudarlo conteste, una parte de mi tenía la esperanza de que fuera ella.

- Hola... - Hablé con entusiasmo.

- ¡Oh! Estaba por quejarme del largo día aburrido que me iba a tocar aguantar, pero al escuchar tu tan emocionado saludo, creo que me hizo cambiar de parecer. - Comentó con diversión la chica.

- ¿Irene? No imagine recibir una llamada tuya. - Dije y rápidamente verifiqué su número.

Y efectivamente desde que aclare mis sentimientos con ella, no la he vuelto a ver, ni siquiera habíamos hablado. No le busque porque sentí que ella también necesitaría tiempo para superar todo lo nuestro, y aunque en su momento lo haya agarrado bien, también tenía vergüenza de seguirla buscando o molestando con mis cosas.

En el fondo me alegraba que ella no sintiera rencor hacía mi o que me haya alejado totalmente de su vida, tenía entendido que se había tomado un tiempo viajando, pero al parecer no fue tanto, ya que supongo que ha regresado. Solo debía preguntárselo, pero no quería ser muy impulsiva con mis preguntas.

- ¿Por qué? ¿Acaso ya no quería recibir ni una llamada mía? oh, no me digas que incluso eliminaste mi número Kim Jennie... mal, muy mal. - Chasqueó la lengua en desacuerdo.

- Claro que no tonta, solo ya sabes, pensé que seguías fuera de la ciudad, además estaba aburrida y como me estaba por dormir contesté sin ver la llamada, solo eso. - Aclaré con normalidad.

- Bueno, te perdono. - Contestó y no pude evitar reír.

- Y sí, estoy nuevamente de vuelta, y quería saber si tienes tiempo para vernos... pero aclaro, no en modo de conquista (si quieres sí) - Susurró para que lo escuchara y continuo. - Es solo que hoy me dejaron a cargo del café, y como hay pocos trabajadores, pensaba que tu podías ayudarme y de paso nos ponemos al día, ya sabes como antes. - Sugirió, y la verdad no era una mala idea, iba a distraerme y así no iba a pensar tanto en Lisa. De paso tal vez Irene podía aconsejarme o aclararme muchas de los pensamientos que me están atormentando desde hace tiempo.

Pero había un problema, no sé cómo Lisa se lo tomaría si se entera que me vi con ella, no le debía de dar ninguna explicación, pero supongo que poniéndome en su posición no me gustaría que... (primero que nada, ¿Qué mierda éramos nosotras? ¿Amigas? Amantes... ¡Agh! Esto es absurdo) sea lo que seamos tampoco me gustaría que ella se viera con su casi algo, aunque a la mierda, ella sigue con Joy, ¿Por qué debía de pensar tanto en las consecuencias?

- Tierra llamando a Jennie mandu Kim... - La voz de Irene resonaba detrás del celular.

- Lo siento, me quedé pensando. - Dije.

La amo a ella, Lisa - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora