Propuesta clara - Malas decisiones

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POV JENNIE

Simplemente agradecí que al llegar a la habitación ya no hayamos perdido el tiempo. Lisa me tenía acostada en la cama boca abajo totalmente desnuda y a su merced; de vez en cuando levantaba la cabeza para poder ver lo que hacía, pero fallaba tontamente con cada acción de parte de ella, solo me quedaba ocuparme de mi respiración que a este punto ya no era normal.

Sus manos y sus labios acariciaban y exploraban cada parte de mi cuerpo y espalda, sentía que literalmente no dejaba ni un espacio sin recorrer. Estaba en el maldito cielo gracias a sus labios húmedos y a sus hermosas manos que me tocaban tan delicada y bruscamente a la vez.

Mi cuerpo tembló, reaccionando rápidamente cuando Lisa empezó nuevamente su recorrido desde inicio de mi cuello hasta ir bajando por toda la espalda. Lo hacía demasiado despacio, tomándose cuidadosamente su tiempo para hacerlo, eso en parte me desesperaba, pero a la vez no podía negar que me encantaba.

Las dos estábamos desnudas por igual, por lo que podía sentir perfectamente su cálida piel, era como si estuviéramos en una competencia de quien lo tenía más caliente, pero es algo que no importaba mucho que digamos, ya que eso solo nos provocaba más placer.

- ¡LISAA! - Di un grito ahogado, cuando clavó sus dientes en una de mis nalgas, dándole una mordida bastante fuerte. - ¡JODER! - Me quejé al instante al sentir que le daba otra mordida al otro lado, igualando el dolor en las dos.

- ¡Shh, shh! Sin quejas mi amor, quiero que me dejes hacer todo lo que yo quiera y se me dé la gana. - Susurró en mi oreja, muy aparte de molestarme, eso solo lograba desesperarme más por cerrar la maldita boca y hacer todo lo que ella desee.

En definitiva, quería que Lisa me hiciera lo que ella quisiera, sin importar que.

- Has lo que quieras de mi... soy tan tuya Lalisa Manobal. - Respondí estando de acuerdo, ella me agarró de la garganta, logrando voltearme solo un poco para poder besarme de manera feroz.

De pronto cuando el beso se volvió más apasionado y profundo, sentí como las manos de Lisa iban invadiendo mi zona baja, ella aún me seguía manteniendo de espaldas, no era una posición cómoda, pero no me podía quejar, ella pidió dejarme llevar y era lo que iba a hacer.

- ¡Ahhhh! - No pude evitar gemir, cuando uno de sus dedos invadió repentinamente mi vagina, sin ningún aviso o anticipación. No me dolía, pero sí me sorprendió su repentina acción.

Lisa me empezó a embestir rápida y bruscamente, y al querer tener más contacto con sus dedos, alcé mis caderas para que pueda moverse mejor dentro de mí.

Su nombre no paraba de salir de mi boca, mis gemidos le daban el ritmo perfecto. Acompañada del sonido de sus embestidas y la mezcla de mi humedad. Era fácil para ella entrar y salir de mí ya que estaba demasiado húmeda.

Al pasar unos minutos Lisa agregó dos dedos más, logrando así llevarme al cielo y volver a la tierra al sentir como lo movía tan deliciosamente bien.

Nunca pensé volver a tenerla, el día que se fue mi corazón se partió y me costó asimilar el amor que sentía por ella, pero ahora que la tengo conmigo no pienso volver a perderla.

De un movimiento rápido Lisa logro voltearme para poder estar frente a frente. Ella volvió a meter sus tres dedos, haciendo que mis piernas se abrieran cada vez más, dispuesta a recibir todo lo que ella me dé.

- Jennie... - Mi nombre salió tan malditamente bien de su boca, que tuve que buscar la fuerza suficiente para no llegar a mi tan ansiado orgasmo. Tanta previa en el sofá y luego en la habitación, me dejaron demasiado sensible. Tampoco pensaba sostenerlo por mucho tiempo.

La amo a ella, Lisa - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora