La amo a ella, Lisa - Jenlisa

Déjame en paz

POV LISA

Sali a aspirar un poco de aire fresco, realmente quería amanecer afuera si eso fuera posible, y creo que lo haría, aunque no conozca el lugar, me arriesgaría a estar más tiempo por acá, que volver a la habitación donde esta Jennie, no estoy preparada para discutir con ella y realmente para ser honesta conmigo misma, ya ni siquiera quiero hacer eso. Ya me dejó bien en claro que, entre nosotras nada más existe una amistad y que las falsas ilusiones que haga mi mente o mi corazón, deben ser extinguidas.

- Quien menos esperaba encontrarme aquí... es a nada más y nada menos que a Lalisa Sexy Manobal. – Dijo una voz detrás de mí.

- ¿Perdona?

- Lo siento, no quería sacarte de tu viaje espacial. – Se disculpó riendo. La chica se sentó en el mismo lugar que yo.

- No, o bueno sí, de hecho, creo que gracias, no me hacía bien estar ahí. – Respondí divertida a lo que ella solo se dedicó a sonreír.

- Dime a quien debería de agradecer por encontrarte sola y sin una gata gruñona que te proteja. – Estaba segura que se refería a Jennie.

- Entendí tú sarcasmo Yuna... no te había visto cuando llegamos. – Yuna era una de las chicas de quien Jennie se encargaba de alejarme. Era la compañera de mi hermana y siempre pretendía salir conmigo, pero por obvias razones no lo aceptaba, o mejor dicho por cierta persona.

- Llegué recién y decidí salir por un poco de aire fresco, solo que no sabía que iba a tener tanta suerte de encontrarte. – Explicó y no tenía ni una pizca de timidez en sus palabras

- Oh, supongo que la suerte es de las dos. – Respondí dejándola un poco sorprendida.

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POV JENNIE

Lisa, no llegaba y eso ya me estaba preocupando. Puse un suéter por si afuera hacia frio y fui a buscarla. No conocía el lugar, pero no creo que sea tan difícil encontrarla.

Era realmente hermoso, el suave viento hacia un toque especial a la noche.

Caminé varios minutos apreciando el lugar, paré en seco cuando vi dos cuerpos sentados uno alado de otro. Disminuí mis pasos y me fui acercándome con cautela.

Escuche una voz familiar, era nada más y nada menos que la de Lisa. Era ella, estaba con... ¿una chica?

Mordí mis mejillas, y de pronto sentí que la sangre me llegaba a la cabeza ¿Qué carajos hacia Lisa con esa tipeja?

Sin dejar que se dieran cuenta de mi presencia, volví a la habitación, lanzando todas las almohadas que encontraba en mi camino y me tiré boca abajo para gritar de la rabia.

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POV LISA

Nunca me imaginé que conversar con Yuna iba a ser realmente agradable, se quedó conmigo hasta muy tarde. Fue super amable y muy graciosa, me hizo reír sin parar con sus ocurrencias.

- ¿Entonces supongo que te quedas aquí toda la noche? – Indagó una vez más sin querer retirarse.

- Supongo... - Respondí simplemente.

- Ok... ¿Y tampoco quieres que me quede contigo? – Preguntó con ilusión.

- Debo admitir que has sido una muy buena compañía, pero no, no quiero ser motivo de tu desvelo, así que creo que es mejor así.