¿Ni siquiera pensaste en mí?

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POV JENNIE

- Jennie ha pasado ya años, ¿Qué querías que hiciera? – Espetó Lisa con desespero.

- Nada, pero al menos no me hubieras olvidado Lisa, por Dios... ahora estas con otra y yo ya ni siquiera existo en tu vida. – Reclamé con celos y con dolor.

- Pero ¿¡qué querías Jennie!? ¿Mmh? ¡Dios! estabas con otra, con otra – Repitió con obviedad. - Maldita sea y estabas tan enamorada. – Se llevó las manos en su cabello arrastrándolos hacia atrás. Suspiró profundamente y continuo. - No pretendas que ahora siga tras tuyo como antes... lo siento, pero esa Lisa ya no existe. – Terminó de decir duramente.

- ¿Entonces ya te perdí? – Me atreví a preguntar sin mirarla a los ojos.

- Jennie, no me hagas esto. – Susurra derrotada.

- Lisa, te extraño... te extrañe tanto. – Dije esta vez mirándola a los ojos.

- ¿Tú ni siquiera pensaste en mí? – Indagué nuevamente al verla tan callada, quería saber si al menos me extrañó un poco.

En un momento de arrebato me acerqué a ella, dejando mi rostro pegado a su pecho, ella tenía sus dos manos en los costados sin atreverse a hacer ningún movimiento, esperando a que yo haga el siguiente paso.

No quería atreverme tanto, pero estaba tan desesperada por su tacto, por sentir nuevamente su piel y de oler su fragancia que, me di cuenta que es el que usaba siempre.

Amaba el hecho de que ella sea un poco más alta que yo, eso me daba la libertad de poder estar más cerca de su cuello, por lo que alcé un poco la cabeza, rozando suavemente mi nariz sobre ella.

- J-Jennie... - Sus intenciones tal vez eran advertirme, pero su voz estaba muy lejos de ser una advertencia. Ella quería que siguiera, estoy segura.

Realmente me costó estar a solas con ella, pues era obvio que su novia no iba a dejarla ni un solo segundo.

- Dime algo Lisa. – Pedí, ya que todavía no respondió mi pregunta. Respire profundamente, haciendo que su piel se erice.

Entre nuestros cuerpos agarré una de sus manos y lo apreté fuertemente, mientras seguía recorriendo la piel suave de su cuello. Diablos, sí que la extrañé y me odié tanto justo en ese momento al darme cuenta que aún no la pude superar.

- Y-yo me tengo que ir. – Salió de mi agarre y a la vez del lugar de donde estábamos. Ella estaba herida y lo sabía. Ahora entiendo de las veces que ella estuvo para mí y yo no la supe valorar.

Traté de regular mi respiración, y de limpiar las pequeñas lágrimas que salían y amenazaban con salir más. Una vez recuperada mi estado normal, hice lo mismo que Lisa y me fui del lugar de donde estábamos.

No fue fácil para mi lograr, que ella aceptase estar al menos un minuto conmigo a solas, porque primero; estaba la novia, y segundo; al parecer ella no tenía muchas ganas de hablar al respecto.

Cuando tuve la oportunidad de hacerlo, le reclamé el hecho de que se fuera tan cobardemente, dejándome sola, ¡mierda! a pesar de todo era su mejor amiga, al menos me hubiera dado la cara y decir "Jennie, me voy, nuestra amistad termina, ya no me busques" algo así, no que se fuera sin decir ni una puta palabra.

Estaba tan perdida, sin rumbo fijo, su llegada cambia tantas cosas en mi vida, y me aterra imaginarme que me haya olvidado, porque era obvio que yo no lo he hecho.

- Te busque tanto, quería saber si quieres que te acompañe a casa. – Dijo Irene sacándome de mis pensamientos.

- Yo no me quiero ir. – Dije apenas.

La amo a ella, Lisa - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora