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          Una amistad con Donghyuk, desde cero, sin pasado o recuerdos de emociones fuertes como las que le había golpeado en los últimos días. Yunhyeong no dejaba de pensar en eso y se preguntaba porqué había aceptado algo que no sabía si era capaz de cumplir emocionalmente, porque estaba seguro de que se comportaría tal y como lo había dicho, porque el rubio planteó un matrimonio, planteó la posibilidad de hacer una vida con la chica que había presumido durante semanas y ahora eso dejaba por completo fuera de juego al pelinegro. Aunque si era sincero consigo mismo, no era como si desde el principio tuviese alguna oportunidad. 


           La tranquilidad que transmitía el aroma de infusión de naranja helada era superior a todo, aunado al sabor de las galletas de azúcar disolviéndose en los paladares cumplían con la misión de distraer a las dos cabezas que ahora rodeaban la mesa del comedor. Era sábado por la mañana y Yunhyeong estaba cumpliendo con su promesa de ayudar a Chanwoo con las redacción de su ensayo, aunque quizás el castaño no contaba con que Junhoe se aparecería para también recibir la ayuda. 



—¿Y por qué tengo que poner argumentos dos veces? puedo copiar lo mismo. —Se quejó Junhoe hundiendo los dedos en sus cabellos, casi parecía que tenía un nido en la cabeza de tanto que se masajeaba a sí mismo. 

—Porque necesitas una antítesis respaldada, ya te lo he dicho. —Le recordó Yunhyeong girando una hoja con indicaciones que reposaba sobre la mesa. 

—Eso te pasa por elegir un ensayo sobre la ley exclusiva para perros. —Habló el menor después de llevarse otra galleta a la boca. 

—¡Los perros merecen poder cagarse en donde quieran! —Señaló en tono molesto, usando su dedo para parecer mas convincente con su idea. —Tu ensayo es sobre los Oscars, eso es aun más tonto. 

—La inclusión en los Oscars no es algo tonto, es un impacto social. —Aclaró. 

—Chicos, ninguna de sus ideas es tonta, pero Junhoe necesitas argumentos en tu antítesis, argumentos reales no solo que los perros merecen cagar. —Intervino Yunhyeong soltando un pesado suspiro. 

—¿Lo ves? —El menor alzó las cejas con aires de triunfo y se burló de su compañero haciendo muecas graciosas con la cara.

—Y tú tienes que mejorar tu conclusión, Chan... Lo que dices suena bien pero cuando lo escribes no tiene sentido, se supone que serás periodista en el futuro. — Añadió y tomó la taza de infusión y se la llevó a los labios mientras los otros dos argumentaban sobre quién era peor con sus ideas. 

—¿Ves chico? no eres mejor que yo, ni siquiera bueno. Es como decir que el golf es mejor que el fútbol. —Junhoe parpadeó varias veces observando a Chanwoo fijamente. —¡Es ridículo! y ni siquiera me gusta el fútbol.

—El golf requiere mayor coordinación y concentración, es un deporte que entrena la mente y fortalece tu capacidad de tener puntería. 

—Es para tontos por eso te gusta. —Articuló lentamente como si el otro no pudiera entender. 

—Creo que deberían callarse los dos... —Susurró Yunhyeong quien tenía los ojos cerrados, acariciándose las sienes antes de que ese par de chicos le causara un dolor de cabeza.

—Yunhyeong hará un ensayo sobre el libre tratamiento de enfermedades crónicas en abuelitos, eso es egoísta porque los niños también deben incluirse. —Junhoe se cruzó de brazos, aun refunfuñando palabras incomprensibles, pero se exaltó cuando Chanwoo golpeó la mesa con la palma de su mano.

Paper Rings | YunDongWhere stories live. Discover now