26.

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       El dolor de cabeza se estaba volviendo insoportable pero nunca tan intenso como la sensación de pesadez que recorría el corazón de Donghyuk al pensar que lo había perdido todo. Porque quizás Yunhyeong volvería en dos o tres días o incluso en una semana y volverían a verse una vez más, sin embargo, sabía que para cuando volvieran no sería igual porque habría perdido la oportunidad, porque habría dejado escapar a la persona que quería, porque había arruinado cada una de las oportunidades de ser quien quería ser y de estar con quien quería estar. 


          Sus ojos seguían buscando a la persona que necesitaba y de quien reclamaba por completo algo de atención, unos minutos, la oportunidad de hablar o siquiera una sonrisa que le hiciera saber que tendría una segunda oportunidad, pero entonces... ¿Él merecía otra oportunidad? Después de todo Hanbin tenía razón y cualquier otro con más de tres dedos de frente hubiese hecho lo posible por alguien que era capaz de todo como Yunhyeong lo era por él. 


         Porque Yunhyeong era bondadoso, paciente, compresivo y lo quería tanto que había puesto su orgullo a un lado con tal de ceder al amor que ambos tenían y a eso que se había generado tan fuertemente entre ambos y aunque él también cedió ante ello, la realidad era que Yunhyeong no le estaba fallando a nadie al hacerlo, era él quien estaba con otra persona y había hecho uso de una oportunidad para disfrutar de Yunhyeong, quien era la persona que realmente le interesaba. 


         Las gotas cayendo por su cuerpo con la lluvia se mezclaban con el sudor proveniente de los nervios, porque no lo encontraba y la cantidad de personas crecía cada vez más, algunos llegaban al aeropuerto y otros se ubicaban en las taquillas para marcharse. Confirmó en la cartelera los vuelos que estarían por salir y luego aquellos que se habían ido antes pero al no saber ni siquiera en dónde vivían los padres de Yunhyeong se dio cuenta de que había sido un idiota, quizás debió poner mas atención a su chico en lugar de actuar conforme sus impulsos cada día, quizás era eso lo que había lastimado de tal forma a Yunhyeong. 


        Porque en su mente aun seguía repitiéndose las palabras de cada uno de los chicos y el recordatorio de que ese chico alegre y capaz de darle tanto amor, estaba herido. Pasados diez minutos estuvo a punto de rendirse, pero entonces a lo lejos observó la figura de un muchacho cubierto de tela impermeable y un equipaje azul bajo su mano, que supo que lo había encontrado. Donghyuk corrió lo mas rápido que pudo hasta él y se detuvo frente a la persona que tanto había buscado, importándole poco el agua goteando de su cabello rubio o que la camiseta se trasparentara por completo. 



—¡No puedes irte! —Se apresuró a decir con los ojos completamente rojos y acumulando de nuevo las lágrimas que intentaba con todas sus fuerzas no derramar. —He sido un idiota pero no puedo dejar que te vayas, no otra vez.

—¡¿Qué haces aquí?! —Yunhyeong frunció el entrecejo y miró a su alrededor. Las personas que pasaban al lado de ellos juzgaban a Donghyuk con la mirada. —¿Por qué estás así? ¡Deberías estar con LeeJung!

—Mi propósito es estar con la persona que amo. —Se pasó la mano por el cabello tirando de toda la humedad hacia atrás y se talló los ojos con una mano.

—No hagas eso... Por favor. —Suplicó el mayor mordiéndose el labio inferior, podía sentir toda la sangre acumulándose en su nariz por esa necesidad desesperada de llorar, pero ya lo había hecho lo suficiente.

Paper Rings | YunDongWhere stories live. Discover now