Paper Rings | YunDong

24.

            La mirada perdida de Yunhyeong lo hacía ver como un pobre sujeto que acababa de sobrevivir por un gran desastre natural. Sus cabellos despeinados con una permanente mal hecha, ojeras pronunciadas, la camisa cayéndole por el hombro mientras estaba sentado sobre una silla que Bobby se había empeñado en dejar en la habitación semi-vacía. Junhoe se encontraba son perfecto atuendo, camisa alta negra, pantalón ajustado negro y una cadena que decoraba su cuello, en cualquier otra situación, Yunhyeong pensaría que era sexy, pero en esa solo quería estar solo y dejar ir a su amigo.

          El día de la fiesta de LeeJung había llegado y el pobre no era capaz de pensar en otra cosa que no fuese la necesidad de alejarse, de huir de algo que sabría que lo destruiría incluso más que cuando se fue la primera vez en contra de su voluntad. Había perdido a Donghyuk una primera vez, el Donghyuk actual no era el mismo que conocía y aun así se enamoró para volver a dejarlo ir,  se había convencido a sí mismo de que así era como debían ser las cosas, que eso lo haría mas fuerte para poder descansar de todo lo que había acumulado por tanto tiempo.

—Dijiste que irías a ese cumpleaños, en tu trabajo te extrañaron y quise venir a traerte la cena. —El platinado tiró una bolsa sobre la cama, dejando caer unos zapatos de esta. Luego posó otra bolsa sobre la mesa. —Así que tienes que sonreír, porque dicen que te ves guapo cuando lo haces.

—No iré. —Yunhyeong volteó a mirarlo con absoluta seriedad. —Dile a Hanbin que lo lamento, lo veré en otro momento, a ti también, pero no iré esta vez.

—Quisiera que tu elección fuese ir y no simplemente estar ausente. —Suspiró y se colocó las manos en la cintura con el ceño fruncido hablando con fuerza. —¿Qué pasó con todo eso de enfrentarlo para dejarlo ir? ¡¿Dónde está el Yunhyeong que quería hacerlo?!

—No puedo dejar ir algo que nunca tuve. —Los ojos del pelinegro brillaban por las lágrimas acumuladas y es que había estado cargándose durante todos esos días de coraje para ver a la persona que amaba prometiéndose con su novia, pero no fue suficiente. —No necesita verme ahí, no volvió a buscarme, él solo... decidió.

—Has sido muy fuerte con todo, no puedes dejar de serlo nunca. —Insistió mordiéndose las mejillas para no alterarse ante el repentino cambio de decisión de su amigo, aunque ya esperaba que algo como eso podría pasar. —¿Qué pasó con todo eso de estar junto a él y la promesa? ¿Y el anillo de cartón?

—Era de papel... —Yunhyeong hundió su rostro en sus propias manos aguardando en silencio a que sus emociones fueran calmadas por su propia respiración, por el pensamiento de creer que era lo correcto, que si marcaba distancia desde ese instante entonces podría continuar. —Llamé a mi madre, visitaré a mis padres en dos horas así que solo déjame ir.

—No quiero atarte pero...  —Junhoe hizo una mueca y se levantó, evidentemente rendido ante la decisión de su amigo. —¿Qué se supone que debo decirle a Donghyuk? quizás que no quisiste ir y que escapaste con un hombre millonario que conociste en internet, eso te haría reír ¿verdad, querido amigo'

—No me importa lo que le digas, solo discúlpame con Hanbin y con él.—Inhaló lo suficiente para recobrar control de sus emociones y se levantó de la cama, acomodándose la camiseta y se colocó una chaqueta de pelusas encima. —Me iré a la estación, debo tomar el último tren para llegar a tiempo. 

—No te dejaré ir si no comes, dijiste que querías que te trajera la cena y eso hice. —Insistió con una pena evidente en su rostro. Sonrió para sí mismo y se encogió de hombros. —Come bien, por favor.