19.

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—¿Sabes qué desearía? —Donghyuk jugaba con los dedos de Yunhyeong mientras lo miraba con una sonrisa, ignorando el olor a ramen humedeciendo cada rincón de la habitación.

—¿Comer otra cosa? ¿Ganar la lotería? ¿un auto? —Cuestionó el mayor con una sonrisa en los labios mientras enredaba los palillos en su tazón, evidentemente se estaba burlando de él. 

Donghyuk sonrió y se giró a su lado, tomando a Yunhyeong del mentón suavemente. —Recordar cómo se sentía estar contigo cuando eramos niños.

—Eso no... no importa ahora. —La mano del mayor subió suavemente por el brazo del otro y lo atrajo contra sí, posando sus labios sobre los ajenos brevemente pero sin despegarse del todo. 

—Sabes a caldo. —Susurró, ganándose un manotazo por parte del otro. —Pero hablo en serio, quisiera saber si me gustabas tanto como ahora. —Respondió encogiéndose de hombros, haciendo una mueca. 

—¿Para qué quieres eso? solo come. —Yunhyeong movió su mano, animando al rubio a tomar un bocado del tazón de ramen que estaban compartiendo.

—Porque tal vez si no te hubiese olvidado nunca hubiera aceptado meterme en esto... Estaría contigo. 

—¿Y si yo no quería estar contigo? —Cuestionó en tono burlón, intentando no volver el ambiente tenso debido al tema de conversación.

—No tienes que culparte por olvidarme, pero cúlpate por hacerme tener nuevos recuerdos. 

—Espero que eso no sea algo de lo que te arrepientas, Song Yunhyeong. —Advirtió con evidente seriedad en su rostro. —Me gustas pero sab-...

—No tienes que decirlo. —Yunhyeong posó su mano sobre la boca contraria, evitando que terminara la frase que ya sabía y que le lastimaba de solo recordarlo. —Hoy dormirás conmigo y solo tienes que cerrar la boca, comer y hacerte el dormido si ves a un chico con cara de conejo entrando por la puerta.

—No me agrada que vivas con un chico. —Acusó de inmediato rodando los ojos. Su mirada se posó en una fotografía que decoraba una elegante mesa del otro lado del dormitorio. —¿Y si te empiezan a gustar los médicos?

—Su hermano es uno de mis jefes, jamás saldría con un Kim. —Alzó el meñique en señal de promesa. —Y tampoco me gusta Jiwon, no me gustan los chicos.

—Pero yo soy un Kim y soy un chico. —Entrecerró los ojos, acusándolo con solo la mirada. —Kim Donghyuk.

—No tienes cara de Kim, así que eso no importa.

—¿De qué tengo cara? —Cuestionó con una sonrisa ladina en sus labios y se incorporó sobre la pequeña mesita que ocupaban para comer. —Si no me dices aprovecharé que estamos solos y...

—¡Ni te atrevas! —Yunhyeong no pudo detener a Donghyuk cuando lo tomó de la cintura y lo aventó a la cama sin piedad. El cuerpo del menor se posó encima de él y solo fue capaz de intentar resistirse, débilmente, por supuesto. —¡No hagas eso! Pesas mucho, me voy a desmayar por falta de oxígeno, ¡Kim Donghyuk! Ya no quiero que te quedes aquí, te partiré la cara. ¡Soy tu hyung!

—Eres guapo y sexy. —Comentó de repente el rubio con una sonrisa genuina en sus labios y tenía razón. Ver a Donghyuk con una simple camiseta y shorts, tumbado en su propia cama, con el cabello húmedo pegándose a su frente y los labios rojos de tanto probar fideos calientes, era la imagen más erótica que hubiese imaginado en la simpleza. —¿Te callarás y me dejas besarte?

Yunhyeong se echó a reír y trató de levantarse con el otro en brazos, pero las manos del menor fueron más rápidas y lo acorralaron contra el colchón, dejándolo boquiabierto. —¡Dong! ¡Suéltame! Quiero comer, necesito alimentarme y prepararme para mañana, ¿Sabes cuánto tengo que aguantar a Junhoe en clases? Son leyes criminales, ¡Cri-mi-na-les! así que Junhoe solo hará es-..

Paper Rings | YunDongWhere stories live. Discover now