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          Si las miradas mataran entonces Kim Hanbin estaría tan muerto como Koo Junhoe. Era la hora del almuerzo y justo después tendrían una clase especial de inglés para el final de semestre, pero ahí estaban los dos chicos acorralados en las mesas del comedor y Song Yunhyeong solo estaba en medio de la situación intentando aligerar el ambiente, o al menos el que podía. Koo Yejin discutía con su hermano fuertemente por accidentalmente estropear el auto de su novio, mientras que Hanbin estaba siendo acechado por la mirada fiera de Donghyuk que estaba al otro lado del salón con su novia. 


         Desde el encuentro en el cine -que ni siquiera podía llamarse encuentro- habían pasado tres días. Hanbin consciente del estado de ánimo de Yunhyeong se había encargado de apoyarlo y de hacerle compañía, fue así como descubrió que Hanbin también compartía un dormitorio estudiantil puesto a que la relación con su padre no era buena del todo, y cada vez Yunhyeong creía que realmente era un chico honesto al que quería mantener cerca, después de todo era el único en su entorno que lo había visto llorar, exceptuando Donghyuk aunque éste ni lo recordaba. 



—¡Koo Junhoe, si no te comportas no te volveré a invitar a mi casa! —Advirtió la chica, quien a pesar de su rostro angelical, tenía la voz tan potente como la de su hermano. —¡YAH! ¿Me estás escuchando?

—Lo siento es que hueles a enano, ¿qué decías? —Preguntó el de cabello platinado con evidente arrogancia que irritaba a su hermana. 

—Junhoe, ¡Basta! ¿Por qué odias tanto a Jinhwanie? —Ella se levantó de la mesa y se inclinó hacia su hermano con los labios fruncidos detallando la reacción del muchacho. —¿Intentas que se aleje de mí? ¡¿Por qué?! 

—¿Por qué? ¿Lo vas a echar? Yo te ayudo a hacer su equipaje y tendré la cortesía de llamar a un taxi. —Dijo encogiéndose de hombros.

—¡YAH! ¿Cómo lo voy a echar? —Ella soltó un suspiro pesado e hizo una mueca de disgusto. —No lo arruines, hermano. Yo lo quiero. 

—Eww, ya te volviste apestosa. —Fingió hundirse un dedo en la boca como si vomitaría y la chica le tiró unos sobres en la cara antes de marcharse enojada. Eran facturas aparentemente de una reparación de pintura y ruedas de auto. —¡Adiós, noona!

—No deberías tratarla así, es su novio, no el tuyo. —Hanbin opinó como si conociera toda la historia pero después se cruzo de brazos con la mirada fija sobre la mesa. —Pero si crees que es malo por ella, entonces solo debes decirle, ella es tu hermana y te va a escuchar.

—Olvídalo, Binnie. —Intervino el pelinegro. —Junhoe nunca reconocerá las razones por las que le molestae tanto esa relación.

—No me molesta nada, no soy tú... agh! ¡Mañana saldré con una chica! ¿Qué les parece si por la noche vamos a jugar a los bolos? —Junhoe subió y bajo las cejas moviendo los hombros, obviamente estaba escapando del tema anterior.

—Por mí suena bien, llevaré a este cachorrito conmigo. —El castaño atrapó la mejilla de Yunhyeong entre sus dedos, haciéndolo reír en el acto. Y se dispuso a picar un trozo de su carne que ya estaba un poco frío y le ofreció a Yunhyeong en la boca, animando al risueño a tomar el bocado.

Sin embargo, esa risa se contuvo cuando la figura de Donghyuk estuvo frente a la mesa de ellos, con sus anteojos de sol cubriéndole la mitad del rostro. Yunhyeong quería pensar que era un engreído, uno que lucía demasiado bien. —¿Necesitas algo?

—Dudo que puedas hacer algo por tu cuenta. —Sonrió de lado y empujó una de la sillas para tomar asiento frente a los chicos. —LeeJung quiere que vengan a su reunión de cumpleaños, es el fin de semana. 

Paper Rings | YunDongWhere stories live. Discover now