Los Viajes de Nautilus Vol.2

Parte 247: Detonante oscuro

Xolaani se encontraba bastante fatigada. No había obtenido la sangre necesaria para recuperar plenamente sus poderes, las voces de su huésped aún resonaban...

Y en menos de cinco minutos el lugar donde se encontraba se había llenado de individuos a los cuales no conocía en absoluto.

"¿Una marai? ¿Un gato? ¿Un yeti?"

"Hola, señorita Xolaani"

"........"

"Mi nombre es Nami, soy la lugarteniente de este grupo"

"Nami, tómate esto en serio"

"Nunu, no te ofendas, pero tú no tienes madera de..."

"Wrrruaaaah"

"Tú tampoco, Willump"

"Nautilus..." - le habló Zed - "¿Qué estás haciendo aquí?"

"¡Nos enteramos de la localización de Varus! ¡Y decidimos por decisión grupal intentar hablar con ella antes de que la mataras!"

"Xolaani" - le dijo Yuumi - "Varus era el arquero"

¿Varus? ¿Mencionó a Varus?

Se supone que Varus estaba muerto, o apresado. O al menos eso era lo que estaba pensando Xolaani. ¿Acaso eran aliados de Varus?

Si él se enteraba de su existencia se lo diría a Aatrox, el único Darkin del que sabía aún estaba libre... y en su estado actual...

"Nautilus... ella debe morir..."

"No puedes matarla" - le dijo Nami - "Hay una niña dentro de ella"

"Poseída, la palabra es poseída"

"Gracias, Annie"

"Me da igual" - admitió el ninja - "Hay una mujer adulta... una muerte que salvaría todas las que este demonio podría causar..."

"Pero no ha hecho nada malo"

"La vida no es justa" - dijo Yusari - "No hay remedio..."

"Sí... no hay remedio..."

"¡Wrrruaaaah!"

"¡El yeti tiene razón! ¡Deberíamos pensarlo por un momento!"

"Silencio... hipócrita..."

"¡¿Qué me has llamado?!"

"Hipócrita... hundes barcos a diario, arrebatas las vidas que te da la gana sin pensarlo y siempre haces lo que te viene en gana..."

"¡........!"

"Pero si Nami te dice que matar a alguien está mal o que romper un templo es una ofensa entonces está bien..."

"Yo simplemente soy su conciencia ocasional"

"¡Pero Zed! ¡Esa tipa es una niña! ¡Los Emisarios no matamos a niños! ¡No supone una amenaza!"

"No es una niña"

La cabeza de Xolaani estaba empezando a dolerle bastante.

Llevaba días en esa forma y su huesped todavía rechazaba la unión completa. La falta de su poder le había producido algún tipo de fiebre...

Y si eso no fuera suficiente observaba a dos personas más acercarse.

"¡No la matéis!"

"Tú... el yordle..."

"Lui, Yi" - les saludó Nilah - "¿Todo bien?"

"Nos hemos acercado en cuanto sentimos la presencia de Jun"

"Creo que este sitio se está llenando de demasiadas personas..."

"Zed, tienes que dejarnos intentarlo"

"¿Igual que intentaste proteger a tu pueblo de los noxianos?"

"No, yo... esto es distinto..."

"Sí... distinto... aquí tenemos oportunidad de erradicar el problema de raíz..."

"Pero no podéis matarla"

"Yordle estúpido..."

"Ya no es solo por Jun, también está Xolaani... ella... ella todavía no ha hecho nada malo, ¿no? ¿cómo vais a matarla por nada?"

Xolaani pensó que ese yordle estaba siendo sumamente estúpido.

La estaba defendiendo en un momento tan peligroso como ese. De hecho, ¿quién demonios traía a unos niños frente a una Darkin?

En ese momento el dolor comenzó a recorrer el cuerpo de la Darkin.

Sus venas y cuerpo estaban cediendo, y su dolor de cabeza iba en aumento. Su pulso se aceleraba y su respiración...

"Xolaani..."

"........"

"Te... te... te encuentras... ¿bien?"

"Arff... arf..."

"Oye, no tienes muy buena pinta" - dijo Nami - "¿Has comido algo en mal estado?"

"Arff..."

"Está en su hora más baja, este es el momento para..."

"¡No! ¡No lo hagas!"

Lui se colocó frente a Zed, momento en que Xolaani finalmente cedió ante el dolor.

Su cuerpo emitió un fuerte destello carmesí, liberando una energía roja que empezó a hacer que la mayoría de presentes se retorciesen de dolor.

Pronto empezó a absorber la sangre de estos...