Los Viajes de Nautilus Vol.2

Parte 309: Corta tranquilidad

Quedan 9 días para salvar la Navidad...

Nuestro grupo de campeones caminaba con bastante tranquilidad hacia Ghulfrost, siendo dirigidos por el vidente Ludvig.

Aunque había una pregunta que la gata mágica no paraba de hacerse al respecto.

"Señor Ludvig, ¿seguro que este es el camino correcto?"

"Tan seguro como que me llamo Ludvig"

"Pero... ¿por qué tardamos tanto?"

"Porque está lejos"

"Pero usted venía de allí"

"Eso es incorrecto" - negó con un dedo - "Yo venía del principal poblado de Avarossa"

"........"

"Ghulfrost pertenece a nuestra tribu, pero es otro pueblo..."

"Afiliados a vosotros"

"Claro... pero en unas horas deberíamos de llegar..."

Mientras ellos hablaban Nilah hacía lo propio con Annie, a la cual no parecía agradarle tanto la nieve. No sentía frío, pero aún así se sentía algo amargada.

"Dime, Annie, ¿cómo crees que será ese demonio?"

"Feo... y con cuernos..."

"Qué genérico"

"¿Cómo era Ashlesh cuando lo encontraste?"

"No lo recuerdo del todo bien, pero... tenía muchas manos..."

"Uuuhh... Tibbers también las tiene, pero son de fuego"

"Guay"

"¿Crees que ese demonio será peligroso?"

"Ni idea... ¿se trata siquiera de un demonio? ¿y si solo lo llaman así porque es malvado?"

"Me sentiría decepcionada"

"Yo me sentiría decepcionada si fuese otro Mordekaiser..."

"¿Un ser antiguo y todopoderoso?"

"No, otro tipo con armadura" - dijo mientras se desperezaba - "No me gustan las armaduras porque te dejan maniobrar poco"

Nami y Nunu pasaban algo de tiempo juntos, dejando a Nautilus bastante aburrido. 

No fue hasta que la sirena se le acercó que se percató de que estaban a punto de continuar con su viaje. Esta vez con Nami en su hombro.

"Nunu me estaba contando un sueño que tuvo"

"¡¿Con pollos?!"

"No, con Lissandra"

"¡Conmigo nunca habla en sueños!"

"Nauti, tu nunca duermes"

"¡........!"

"Solo le hizo un par de preguntas y alguna sutil amenaza"

"¡Nada nuevo!"

"¿Tienes ganas de enfrentarte a ese demonio de la navidad?"

"¡Emoción no! ¡Pero cuánto antes lo aniquile antes podremos celebrar la Navidad!"

Todos conversaban con relativa tranquilidad hasta que Ludvig notó algo extraño y que no tardó en comentar a la líder en curso de la expedición.

"¿Dices que no hay animales?"

"Fíjate, Nami, no hay ni uno..."

"Pues qué raro"

"Quizás se han ido a una zona más calidad" - dijo Annie

"No creo que eso sea la razón" - comentó el vidente - "Los animales de esta zona son bastante agresivos y acostumbrados al frío"

"¿Agresivos?"

"Sí... quizás Nautilus les ha espantado..."

"¡Suelo provocar ese efecto en diversos seres vivos!"

"Supongo que será eso..."

Annie vio algo raro en la montaña nevada, una especie de montón de paja semi oculta por la nieve. Y que... ¿emitía una especie de ruido?

La niña pequeña hizo lo que haría cualquiera... generar una gran bola de fuego para lanzarla con fuerza y  ver si prendía...

"Annie..."

"No he quemado a nadie"

"¿Qué te he dicho de lanzar ataques a diestro y siniestro?"

"Que está mal..."

"Y..."

"Que puedo dañar a alguien sin querer..."

"Exacto, y bastante hemos dañado ya al cambio climáti..."

"¡Uurrrraaaahhh!"

"Willump..."

"Wrrrruah"

"Willump no ha sido, Nami"

"Entonces..."

"¡Uuarrrraaaaahh!"

Una colosal figura azulada surgió de la nieve, revelando que oculto se encontraba un gigantesco troll de piel azulada y afilados colmillos.

"¡Uuaaaaarrrhhh!"

"Emm... ¿señor Ludvig?"

"Sí, Yuumi"

"¿Conoce a ese tipo?"

"Juraría que es Uzgar el Anciano"

"Que lo conozca ya es de por sí un mal presentimiento..."

El monstruoso Uzgar empezó a correr hacia ellos con un enojo bastante notable y un salvajismo extremo... pero no llegó a atacarles...

Nautilus se interpuso en su camino, propinándole un puñetazo en el rostro.

"Humano... de metal..."

"¡Fantasma de metal para ti! ¡Anciano!"