Los Viajes de Nautilus Vol.2

Parte 255: Sardinas, bayas y chocolate

Habiendo llegado a Fae'Lor, nuestros protagonistas estaban preparándose para cenar (a excepción de Nautilus), con Nunu y Willump pescando.

El río más cercano estaba lleno de peces, por lo que pudieron sacar un par de ellos. Aún así eran bastante escurridizos.

"No, Willump, no pueden picar"

"Wrrruaaah"

"Solo llevamos dos, espérate"

"Wrruaaaah"

"No, eso no es cierto, no lo digo porque creas que estás gordo"

"Wrrruaaah"

"Bueno, sí, Nami lo cree... pero ¿cuántos yetis ha visto ella?"

"¡Nunu! ¡Yeti de Nunu!" - se les acercó Nautilus - "¡¿Qué estáis haciendo que no recogéis bayas con las demás!"

"Estamos pescando"

"¡¿Pescando?!"

"Sí, lo hacíamos bastante en el Freljord"

"¡Yo también lo hacía de joven! ¡Y eso me llevó a mi muerte!"

"Oh... vaya..."

"Wrrruaaaah"

"¡Todavía soy bastante bueno a la hora de pescar!"

"Dudo que puedas utilizar estas cañas de..."

Nautilus puso su ancla boca abajo y con ella golpeó al río, provocando una bastante agua salpicase a sus compañeros.

Y junto con el agua también le cayeron algunos peces encima.

"¡Es un método tremendamente efectivo!"

"Coff... coff... no creo que destrozar el río y su profundidad sea bueno..."

"¡También puedo crear un geiser!"

"Creo que ya tenemos suficientes peces"

"¡Bien! ¡Podéis acercaros a la olla!"

"¿Nilah ya ha recogido esas bayas de las que hablaba?"

"¡Están en ello!"

Las encargadas de recoger las bayas eran Nami y Nilah, mientras Annie y Yuumi vigilaban el fuego... o más bien Yuumi vigilaba a Annie mientras esta vigilaba el fuego...

"¿Seguro que estas bayas están maduras? Nilah"

"Claro que sí, yo las probé una vez"

"¿Tienen efectos secundarios? ¿Son alucinógenas?"

"Para los humanos no"

"Perfecto"

"Maestra, ¿a usted se le da bien cocinar?"

"A veces le he hecho chocolate a Nautilus por San Valentín"

"Pero, ¿no se supone que Nautilus no puede comer?"

"Correcto"

"Entonces, ¿cómo lo hace?"

"Pues..."

El recuerdo de Nami se trasladó a su primer año con Nautilus en el Instituto de Guerra. Él ya llevaba un tiempo, pero ella era nueva.

Rápidamente se había hecho amiga de Lulu... 

"¡Nauti! ¡Nauti!"

"¡¿Mmm?! ¡¿Qué ocurre?! ¡Nami!"

"Hoy es un día especial"

"¡¿Un día especial?!"

"Sí, un día sumamente especial"

"¡¿Es tu comunión?!"

"No, es el día de San Valentin"

"¡No me suena ese tipo!"

"San Valentin es una festividad en la que le haces regalos a la persona que te gusta... o simplemente profesas tu amor..."

"¡Qué cursi!"

"Es cursi, maravillosamente cursi, encantadoramente cursi"

"¡¿Y qué tiene que ver eso conmigo?!"

"Pues que... te hecho un poco de chocolate..."

"¡¿Chocolate?!"

Estando vivo Nautilus jamás supo lo que era el chocolate. Y cuando Nami puso el que había hecho en su mano se extrañó un poco.

Era marrón, pero con forma de... ¿un delfín? ¿se supone que eso se comía?

"Sé que no puedes comerlo..."

"¡........!"

"Pero Lulu decía que debía dárselo a quien más quisiera... y ese eres tú..."

"¡Gracias!"

Nautilus lanzó el chocolate hacia su escafandra, cayendo en su interior.

Nami sabía que dentro de él lo único que había era algo así como una luz fantasmal, por lo que ninguno sabía qué pasó con el chocolate.

"¿Te sientes distinto?"

"¡Sí!"

"¿En serio?"

"¡Realmente aprecio mucho que quisieras hacerle chocolate a alguien como yo!"

"Nauti, no seas tonto, me refiero a si has sentido el chocolate"

"¡Creo que no! ¡Quizás se ha desintegrado en la nada!"

"Bueno, los ácidos gástricos hacen lo mismo"

"¡¿Los qué?!"

Volviendo al presente, Nilah se cruzó de brazos algo confusa.

"Entonces... ¿qué hay exactamente dentro de Nautilus?"

"Oscuridad y cosas raras"

"Curioso... al menos aceptó su chocolate, maestra"

"Lleva haciéndolo cada año" - dijo con una sonrisa - "Y ahora... regresemos con el guiso, deben de tener hambre"