Parte 304: El raro y el bárbaro

40 5 1
                                    

El día se estaba acabando, pues las noches en el Freljord llegaban bastante pronto. O al menos el cielo solía oscurecer rápidamente.

Esto no impedía que algunos de sus más simbólicos guerreros fueran a dormirse a tales horas... no... gente como Tryndamere daba palizas a trolls.

Concretamente trolls aliados de la reina Lissandra.

"Espero que hayáis tenido bastante..."

"Grgrrr..."

"Ahora largaos si no queréis que os deje sin brazos..."

"Grgrrr..."

Los trolls sabían que hablaba en serio, por lo que procedieron a retirarse.

No eran exactamente guerreros o miembros destacados de su tribu, solo habían sido molestados... spoiler, no... por unos oseznos...

Niños que se encontraban acompañados por el vidente Ludvig.

"Ya se han ido..."

"Una gran actuación, rey Tryndamere"

"¿Cómo están los osos?"

"Oh, pues sumamente aterrorizados, por supuesto"

"Ludvig..."

"No estoy bromeando"

Ciertamente unos ositos se escondían detrás del anciano, visiblemente temerosos de la presencia del bárbaro.

Esto era algo que Tryndamere emitía involuntariamente de cara a los niños, enemigos, animales, conocidos...

"Su majestad..."

"No me llames así, Ludvig"

"Señor..."

"Peor todavía"

"Rey Tryndamente... le agradezco aceptase mi sugerencia de ayudarles... los trolls suelen comerse a los pequeñines..."

"Mira que perseguirles por simplemente tropezar con ellos..."

"La vida en el bosque y la naturaleza tiende a ser bastante agitada, lamentablemente hay algunos habitantes más..."

"¿Idiotas?"

"Iba a decir toscos o brutos"

"¿Y yo? ¿Te parezco un bruto?"

"No, que usted sea fuerte no implica que sea un bruto..."

"¿De verdad crees eso?"

"Quizás si fuese atacando a cualquier cosa que tuviese delante... pero eso es algo que dejó de lado hace mucho tiempo..."

"Eso..."

Le recordó a algo que le dijo Ashe en una ocasión... cuando se estaban conociendo...

Y tenía sentido. Ludvig conocía a su esposa desde que ella era una pequeña arquera. Fue uno de sus más fervientes seguidores...

Y así continuó hasta el día de hoy, a pesar de su dudosa mentalidad...

"Ludvig, va siendo hora de regresar"

"Puede regresar usted, majestad"

"¿De qué estás hablando?"

"Debo asegurarme de que estos pequeños lleguen a salvo a su casa"

"Grgrruuu..."

"¿Estás demente?"

"........"

"Perdón, ya... ya sé que... déjalo..."

A Ludvig no le importaba que las personas pensasen un poco raro de él, pero a Ashe no le gustaba en absoluto.

"Le prometo que no me pasará nada..."

"¿Y cómo quieres que me fía? ¿Y si aparecen más trolls?"

"¡Giiiaaaa!"

"En tal caso tengo a Pasho"

Un búho salió volando desde la rama de un árbol para acomodarse en el hombro del vidente, algo acostumbrado.

Definitivamente... era un tipo raro a ojos de Tryndamere...

"Te acompañaré..."

"No es necesario, señor, de verdad"

"No voy a dejarte aquí en la oscuridad de la noche"

"No es tan oscura, tengo a las estrellas"

"Ludvig..."

"Puedo leer las estrellas, y Pasho también, ¿verdad?"

"Giiiiaaaah..."

"Mira, sé que tienes tus... habilidades... pero me sentiría un poco más seguro si te acompaño, ¿entiendes?"

"Bueno... no voy a negarme más si decide acompañarme"

Los pequeños osos se lanzaron hacia Ludvig con cierto cariño, a la par que les guiaban con lentos pasos hacia su hogar.

Tryndamere sabía que ese viejo conocía los bosques como la palma de su mano...

¿Pero por qué siempre debía ignorar sus peligros?

"Tryndamere, mi señor, dígame... ¿tiene algún tipo de preocupación?"

"Nada serio..."

"Con suerte esta pequeña exploración será breve..."

"Giiiiuuu"

"Sí, lo sé, Pasho... deja de preocuparte..."

"¿Entiendes lo que dice?"

"Me hago una idea..."

"¿Te haces una idea?"

Definitivamente era bastante rarito, de eso no cabía duda alguna... aunque eso es algo que jamás admitiría delante de Ashe...

Los Viajes de Nautilus Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora