Parte 276: El Jefe

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Nautilus y su grupo habían vuelto a encontrarse con Noxianos. Aunque esta vez no fue la letal Legión Trifariana, sino unos gladiadores (o Reckoners).

Rápidamente Nautilus y Draaaven (cabecilla de sus hombres) se enfrascaron en una discusión por sus formas de hablar, y el ego del noxiano.

"Alguien debería decirles algo" - dijo Nunu

"Wrrruaaaah"

"Yo paso"

"Yo también"

"¡Es vuestro jefe! ¡Deberíais encargaros de él!"

"Mira, gatucha" - le encaró Shiraza - "Ese es el gigante de tu amigo, encargaos tú y ese libro flotante ¿está claro?"

"Na... ¿Nami?"

"No seas cobarde, Yuumi" 

"Tendré que hacerlo yo..."

El Rompeescudos (Hugo) se acercó a ambos. Mientras ejercía de soldado no solía dar pocas palabras, pero ese día parecía romper la regla.

Todo por culpa de las situaciones en las que le tocaba embarrarse.

"Señor Draven"

"¡Es Draaaven! ¡¿Cuántas veces tengo que decírtelo?!"

"Señor, su hermano espera el informe de este encuentro, no podemos llevarnos todo el día aquí para una discusión"

"Ese tipo es un valiente"

"O un temerario"

"Quiero enfrentarme a él"

"Nilah... lo tuyo ya parece una obsesión..."

"No es mi culpa de que viajar con ustedes implique encontrarnos con todo tipo de guerreros"

"Es un tipo con armadura"

"Es un rompeescudos, nunca he peleado con un rompeescudos"

"¡Escucha! ¡Trozo de chatarra!" - le gritó Draaaven - "¡Hoy Draaaven te perdonará la vida! ¡¿Ha quedado claro?!"

"¡A mi nadie me ha perdonado jamás la vida! ¡Y hoy no será la primera vez!"

"¡Draaaven no entiende qué quieres decir!"

"¡Que te largues si no quieres que te aplaste! ¡Maldito bigotudo ridículo!"

"¡Nadie llama a mi bigote ridículo!"

"¡Pues yo lo he hecho!"

Los esfuerzos de Hugo fueron nuevamente en vano. Una pena, pensó Nami al ver cómo la mayoría de los presentes estaban molestos.

Por esto fue que alzó su cetro de las mareas, generando un poco de agua que empapó al guerrero de dos hachas.

"¡¿A ti qué demonios te pasa?!"

"Tus amigos están esperando a que termines de discutir para iros"

"¡No son mis amigos! ¡Son mis esbirros!"

"Realmente somos sus empleados" - dijo Kato - "Más o menos"

"Peor todavía, seguro que tienen mucho trabajo pendiente"

"Harán o esperarán el tiempo que Draaaven requiera..."

"Vaya jefe más lamentable"

"Esa voz..."

Todos los presentes se giraron para ver a Sett, acompañado por un par de sus hombres y con una sonrisa de confianza muy destacable.

Las reacciones fueron variadas. Los niños y Yuumi sabía que ese tipo era peligroso, y que les hubiese seguido desde tan lejos...

Nami y Nilah se sorprendieron más que preocuparse, al igual que los Reckoners que no sabían quién era realmente.

Respecto a Nautilus...

"¡¿Y tú quién demonios eres?!"

"¿Te has olvidado de mí?" - preguntó muy ofendido - "¡Soy Sett! ¡El jefe del mayor coliseo que Jonia ha visto!"

"Has dicho... ¿coliseo?"

"¿Mmm?"

"Yo soy Draaaven... y Draaaven es quien ostenta el mayor coliseo del mundo"

 "No compares los coliseos con un circo"

"¡¿Cómo has dicho?!"

"Me conocen como el jefe, porque no hay nadie mejor que yo para luchar y dirigir... y porque no hay nadie que me retire de esa cima..."

"Draaaven ha coronado muchas cimas"

"Ya... seguro..."

"Grgrrr..."

"Estoy seguro que esos esmirriados tuyos estarían mejor con alguien como yo"

"¡Eh! ¡(bababui)!" - le gritó Shiraza - "¡¿A quién llamas esmirriados?!"

Nautilus y su grupo se percató de que su perseguidor había encontrado un nuevo obstáculo en la forma de Draaaven.

El titán, de hecho, le daba bastante igual si se mataban entre ellos.

Y sí... no pasó mucho tiempo hasta que Draaaven le tiró la primera de sus hachas...

Los Viajes de Nautilus Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora