Parte 334: Guerras invernales

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El grupo de Nautilus se había topado con muchos enemigos durante su estancia en el Freljord. Demasiados, la verdad. Zeveda... no era una de ellos...

Simplemente quería combatir con alguien fuerte, y la guerrera que optó por hacerle frente fue la mismísima Nilah.

Ambas y se hallaban a pocos pasos de la otra.

"¿Tu arma está hecha de agua?"

"Sí, ¿por qué? ¿demasiado injusto?"

"¡Más bien desafiante!"

"¡Esa es la actitud!"

La tribu de Zeveda se caracterizaba por su sed de sangre y su crueldad.

Pero para esta mujer todo eso era sustituido por la emoción de la caza y el combate, y su racha de victorias era sumamente elevada.

A pesar de disponer de armas, Nilah inició con una patada voladora, que la salvaje oponente esquivó sin mucho esfuerzo.

"Pelear a manos no está mal..."

"A pierna suelta, en este caso"

"Pero prefiero clavar mis propios colmillos..."

La Domalobos intentó cortarla con sus dos hachas, siendo que Nilah podía esquivarla con la fluidez de la misma agua.

Quizás es por confiarse así que no notó cómo su oponente le propinó una patada en la pierna que la derribó.

Rápidamente moldeó el agua para crear su sable e impedir que las hachas le tocasen.

"Movimientos rápidos, eh..."

"Y muy precisos"

"¡Precisa esto!"

Zeveda retrocedió por un momento para coger impulso.

Luego procedió a dar numerosos golpes con sus hachas a la espada de agua, sabiendo que no tardaría demasiado en romperse.

Porque sí, aunque fuese de agua no le aguantaría para siempre.

"Nami, ¿estás bien con que se peleen?"

"Solo se están divirtiendo"

"Pero podrían salir heridas"

"¡Tú podrías salir herida si no te callas!" - le gritó Nautilus

"........"

"¡Lo siento! ¡Me he dejado llevar! ¡A veces me pones de los nervios!"

"Mejor... me callo..."

Ambas guerreras estaban ya de pie, con sus armas preparadas.

"Hacía mucho que no peleaba con alguien que usase dos armas..."

"Jejeje..."

"Y este años me he topado con dos"

"Y eso que no conoces a Olaf"

El manejo de las hachas que usaba la Domalobos quizás no le dejase cortar a Nilah, pero sí bloquear sus diversos ataques.

Nami observaba el combate con detenimiento, pues quería ver a su pupila haciendo lo que más le gustaba. 

"Oye, Ludvig, dijiste que esa muchacha era de la Garra Invernal..."

"Sí, así es"

"¿También es una caminante espiritual como Shelby?"

"No, ella caza con su lobo, pero no posee magia alguna"

"Pues es bastante buena luchadora"

"Si mal no recuerdo solo ha sido derrotada por una persona..."

"Uuuuhh"

"Aunque claro, dudo que haya enfrentado a campeones como vosotros..."

"¿A qué te refieres con eso?"

Era evidente para Yuumi a qué se refería. Los campeones eran conocidos en Runeterra por ser guerreros con habilidades inusuales.

Veigar, Pyke, Nautilus... podrían buscar la manera de neutralizarla con facilidad... 

Incluso Nilah, si se empleara a fondo y se pusiera seria, podría terminarlo todo pronto.

"¿No estás dándome todo lo que tienes?"

"Porque no quiero terminar, fiera"

"Da todo o me lo tomaré como un insulto"

Nilah convirtió su filo en un látigo de agua cortante, buscando provocarle algún tajo.

Zeveda lo esperó de frente, tomando aire antes de realizar varios movimientos con sus hachas. Su cuerpo no se movía del lugar, rompiendo el látigo.

"Eso... ha molado..."

"Yo lo llamo Esquirla Helada"

"¡Qué gran técnica defensiva!"

"Jajaja..."

A Annie la pelea le resultaba bastante entretenida, sobretodo porque podía ver a Nilah divertirse como si tuviese su misma edad.

Pero algo pareció distraerla por un momento...

Había un bosque cercano y... ¿le había parecido ver algo de color rosa?

Los Viajes de Nautilus Vol.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora