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Aegon Targaryen | Aemond Targaryen

Segunda parte del one shot anterior.

La ausencia de la menor era notable, Aegon volvió a beber y ya no se presentaba al comedor, Aemond estaba de peor humor, Alicent estaba preocupada por su hija, nunca pensó quererla hasta que la había perdido, Otto no lo admitiría, pero extrañaba a su nieta.

Aemond gruñó entrando a la habitación de Aegon quien escribía una carta.

—Puedes tocar la puerta.

—No.

—¿Qué quieres, Aemond?

—Aveery desapareció con nuestros hijos. ¿No te molesta?

—Me preocupa, que es distinto, hermano mío, estoy tratando de hablar con Rhaenyra.

—¿Hablar? Aegon, no tenemos que hablar, tenemos que ir en nuestros dragones por nuestra esposa e hijos.

—Jaehaera y Jaehaerys están bien. —murmuró Aegon.

—¿Cómo sabes qué están bien?

—Sólo lo sé. —el mayor murmuró. —¿Crees qué nos extrañen?

—Son nuestros Aegon, nuestros hijos, nos extrañan.

—También somos hijos de mamá Aemond, y ella no parece querernos, parece odiarnos, bueno, al menos a Aveery y a mí.

—Mamá no te odia, Aegon, ella te ama.

—¿Y a Aveery? —Aemond guardó silencio. —¿Lo ves? Cuando Aveery nació ella la desprecio.

—Y fue a la que más esperó. —Aemond suspiró, recordando el vientre hinchado de su madre, el último mes Alicent estaba tejiendo un bordado para su hija, un dragón, sí bien no era fan de estos, sus hijos eran Targaryen después de todo, pero cuando Aveery nació, rápidamente Alicent la alejó, Viserys tuvo que hacerse cargo de ella junto a las nanas, Alicent no podía verla, nadie supo el porqué, ni su mismísimo padre, Otto dijo que probablemente aquello era algo normal en la maternidad, pero no era normal que una bebé tan esperada fuese rechazada por su propia madre.

—Rhaenyra dijo que Jaehaera y Jaehaerys están creciendo bien, están sanos.

—¿Y cómo lo podemos saber? Estuvieron con nosotros unos meses.

—Sí Rhaenyra dice que están bien lo están Aemond.

—Dioses Aegon.

—Basta Aemond, yo también estoy preocupado por nuestra esposa, pero aún más por nuestra hermana y aún más por nuestros hijos, pero no podemos ir en contra de la palabra de nuestra hermana, la reina.

—¿Y sí anula nuestro matrimonio? Dioses, el mayor tuve que haber sido yo.

—Claramente el niño de madre hubiese soportado todo.

—La idea no es pelear entre nosotros, hermano, la idea es recuperar a Aveery y a Jaehaera y Jaehaerys.

—No sé qué hacer hermano, jamás he sido bueno en esto.

—Aegon, yo te avisaré lo que haremos, necesitamos a nuestros dragones.

—¿Estás bromeando? ¡VAGHAR ES UNA ANCIANA! ¡UNA LAGARTIJA ANCIANA!

—¡VAGHAR FUE PARTE DE LA CONQUISTA!

—¡HACE SIGLOS, AEMOND! ¡HACE SIGLOS!

—¿Por qué gritan? Sus gritos despertaron a todos. —dijo Alicent llegando. —¿Siguen peleando por ella?

—A tu diferencia, a nosotros sí nos importa nuestra hermana.

—¿Por qué creerían eso? Me importa Aveery tanto como a ustedes, hasta más.