HOTD OS

Aemond Targaryen

Segunda parte del one shot anterior.

Aemond y Aelys volvieron al Castillo, Aelys se agachó al ver al lobo de Robb venir hacía ella.

—Hola Grey wind, lo extrañas. ¿No es así? Yo también. —suspiró tocando la enorme cabeza del animal.

—¿Mamá?

—Bran. ¿Qué haces despierto?

—No podía dormir. —murmuró tallando sus ojos. —Summer buscaba a Grey wind.

—Bueno, ya lo ha encontrado. ¿Qué sucede?

—¿Cuándo volverá?

Aelys bajó la mirada notando la mirada triste de Bran.

—Prometió ayudarme con el arco.

—Cariño, yo puedo ayudarte también.

Bran abrazó a la menor, Aelys suspiró acariciando la cabeza del casi menor de sus hijos, tan sólo tenía dos años de diferencia de edad con Rickon.

—¿Quieres qué te lea un cuento?

—¿Puedo practicar con él, mañana? —cuestionó, Aelys volteó topándose con Aemond quien acariciaba suavemente a Grey wind. —tiene una espada. ¿Verdad?

—Tengo que hablar con él, cielo, pero mañana te digo, ven te llevaré a tu habitación.

Aemond notó como Aelys se alejaba con un niño castaño en sus brazos, por lo que sabía, Bran.

Bran estaba casi dormido en los brazos de su madre, miró el cabello blanco de su amor desaparecer entre las sombras, mientras él acariciaba al lobo en frente de él.

—¿Quién eres y por qué tocas al lobo de mi padre?

Aemond volteó, encontrándose con una niña pelirroja y ojiverde, lo miraba con recelo, por lo que sabía, aquella era Sansa, la hija del medio del matrimonio.

—Él ha venido.

—Grey wind, ven. —lo llamó, el lobo dejó las caricias del peliblanco, acercándose a la menor. —¿Lo he visto antes?

—Soy el tío de Aelys.

—Su amor adolescente. —finalizó la pelirroja. —papá me contó de usted. ¿Cómo está su esposa?

—Ellyn y yo nos hemos divorciado.

La menor no respondió, había un lobo detrás de ella, quien vigilaba el perímetro.

—Lady ven. —la llamó y los lobos fueron tras ella.

Miró un rato las estrellas, recordando lo que había hecho con Aelys, una sonrisa traviesa se escapó de sus labios, hasta que había sentido el filo de una espada en su espalda.

Volteó rápidamente encontrándose con una copia de Robb Stark, más joven y un poco menos intimidante.

—¿Quién es?

—Príncipe Aemond Targaryen, tío de tu madre.

—No me fío de usted. ¿Quiere desposarla?

—¿Qué?

—Mis padres se amaron, pero sé que eso acabó, sí quiere desposarla, adelante, pero Grey wind II siempre tiene hambre. —dijo alejando la espada de su pecho, llamando al lobo para que caminará detrás de él.

¿Y es qué acaso esa noche iba a conocer a todos los Stark y sus lobos?

Sintió una flecha acercarse a su mejilla, rápidamente volteó, sacando su espada, encontrándose con una niña pequeña, castaña y ojigris.