La antigua esposa del príncipe Aemond no se le había visto por el pueblo desde la muerte de su hija.
Aquella mujer que iba con su hija al pueblo, a escuchar deseos del reino, entregar comida y ropa no se había vuelto a ver.
Según dicen los maestres que narran está historia, la princesa Alysanne había sido encontrada sin vida, su madre la princesa Evyn no reaccionó en cuanto vio el cuerpo de su hija, mientras que el príncipe Aemond no había dormido hasta encontrar la cabeza del culpable.
Nadie recordaba que había sucedido, según decían las doncellas, la menor no salía de sus aposentos desde la anulación del matrimonio de los príncipes.
Alysanne Targaryen Velaryon, nacida una fría noche de invierno, una pequeña bebé, pálida, con los rasgos valyrios, delgada, con una capa de cabello valyrio, los Dioses habían bendecido a la familia Targaryen con el nacimiento de la pequeña.
Su padre, el príncipe Aemond había estado en el parto junto a su esposa desde sus contracciones.
Mientras que la princesa Evyn apretaba su mano, maldiciendo en su mente la hombría de su esposo.
—¿Mi princesa? —Sir Erryk llegó a su lado, la mujer estaba ida, viendo el horizonte, con ojeras notables debajo de sus ojos, lágrimas secas en sus mejillas y una expresión vacía. —su madre desea verla.
Evyn no respondió, no escuchaba el mundo, sólo pensaba en Alysanne, su pequeña niña, aquella niña de catorce años había sido encontrada sin vida en el foso lleno de estacas al frente de sus aposentos, con su cuerpo sangrante, su piel más pálida, sus ojos cerrados y su vestido sucio, Sir Erryk la había encontrado, siendo una imagen traumante para todo aquel que lo veía.
—No ha dicho para que la solicita, princesa Evyn, pero según me dijo, tiene algo que ver con la princesa Alysanne.
—¿Con Alysanne? —desde que la menor había sido encontrada sin vida desde hacía dos lunas la mujer no había vuelto a hablar.
—El rey Daemon me ha dicho que el príncipe Aemond ha tenido justicia, mi princesa.
Evyn no respondió, caminó hacía la sala en donde las doncellas bajaban la cabeza al verla, los caballeros evitaban mirarla y los maestres compadecían su soledad.
Abrió las puertas del lugar, su madre estaba sentada en la punta de la mesa, su padre estaba en la otra punta de la mesa, sus hermanos, Jacaerys, Lucerys, Joffrey, Aegon III, Viserys II y su hermana menor estaban en ella.
Aemond la miró, había adelgazado notablemente, sus ojeras eran evidentes y su mirada estaba vacía.
—Hija. —Rhaenyra se acomodó en su lugar. —¿Cómo estás?
—¿Qué sucede? ¿Qué sucedió con Aly?
Aemond inmediatamente se levantó, acercándose a su antigua esposa quien no lo miraba a él, miraba fijamente el centro de la mesa, una bolsa estaba en ella.
—¿Qué sucedió? —susurró siendo su cara tomada por su antiguo esposo. —¿Ha pasado...?
—Quiero que te tranquilices, Evyn por favor.
—¿Qué sucedió?
—Mis hombres han dado con el culpable, su cabeza está está la mesa.
—¿Cortaste la cabeza de ese hijo de perra sin mí?
—No podías mirar eso, es traumante.
—Vi el cuerpo de mi hija en una estaca.
—Evyn... —intentó decir Daemon.

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HOTD OS
RandomOne shots de La Casa del Dragón [español] © Todos los personajes son de George R.R Martín, excepto algunos personajes que mencionaré en las historias, esos serán de mi autoria. One Shots completamente originales. Sin más que decir, espero y los dis...