HOTD OS

Jacaerys Velaryon

El Rey Viserys ha fallecido hoy, sobrina mía, mi madre y mi abuelo han usurpado el trono, Aegon ha sido coronado, por favor avisa a mi hermana, mantén a tu bebé a salvo.

He tenido más visiones, una de ellas me dice ojo por ojo, hijo por hijo.

Helaena Targaryen.

Vegha soltó dos jadeos, uno frustrado y otro doloroso, su vientre había comenzado a arder y su dolor a expandirse por todo el cuerpo, provocando incontables gritos y lamentos, Daemon y Rhaenyra quienes pasaban por allí, se acercaron, al abrir la puerta miraron a la castaña acariciando su vientre, hiperventilando, soltando lamentos mientras está intentaba ponerse recta.

—El Rey Viserys ha muerto, han coronado a Aegon como rey, usurparon el trono, papá. —gruñó. —Helaena ha enviado un cuervo, quieren atacar, dijo algo de ojo por ojo, hijo por hijo. ¡Mierda! —gritó cayendo de rodillas.

Rhaenyra reaccionó más rápido que Daemon ayudando a la castaña a acostarse en la cama.

Pero aquello no duró mucho.

Vegha volvió a ponerse de pie, sollozando.

—No puedo, no puedo, no puedo. —murmuró sollozando.

Vegha cayó de rodillas, su camisón blanco ahora estaba arrugado y lleno de sangre, su perfecto cabello castaño estaba desordenado y sudado.

—¿Qué vamos a hacer? —murmuró Daemon atónito viendo el estado de su hija.

—¡Aún nada! —gritó desesperada. —¡Ellos quieren que ataquemos primero!

—Después hablaremos de ello, ahora respira.

Vegha gruñó, Rhaenyra levantó un poco su camisón mirando como la sangre corría por sus piernas formando un pequeño charco debajo de estás.

—El bebé, ya viene. —gritó maldiciendo todo a su alrededor. —¡Maldición! ¡No dejen que Jace ni Luke salgan del castillo! ¡Ellos son los próximos herederos! ¡Los pondrán en peligro! —gritó intentando amortiguar el dolor masajeando su pierna.

—¡Princesa déjenos ayudarla!

—¡No, está bien! ¿Jace?

—Jacaerys no importa ahora Vegha, el bebé ya viene, Vegha, tienes que empezar a pujar.

Vegha asintió, acostándose, no permitiendo que nadie más que Rhaenyra se acercarán.

Entre maldiciones, jadeos, gritos y gritos ahogados el cuerpo del bebé iba saliendo del suyo, el cuerpo de Vegha se rompía cada que el bebé iba saliendo, sentía su feminidad romperse con cada contracción que sentía, su vulva se contraía por la fuerza que ejercía, hasta que finalmente nació, con su abuela tomándolo entre sus brazos.

—¿Y bien?

Rhaenyra lloró con el bebé en brazos, no estaba feliz, no estaba orgullosa, estaba triste.

Y eso sólo podía significar una cosa.

—Era una niña. —se lamentó mientras entregaba el cuerpo a Daemon quien envolvió el cuerpo aún no desarrollado del todo de la bebé en una manta para que su hija la viera.

—Vegha sollozó mirando la cabeza de su hija. —mi pequeña Visenya. —murmuró acariciando su cabeza, está apenas estaba cubierta de unas cuantas capaz de piel, no tenía cabello, sus ojos y su nariz no estaban desarrollados del todo.

Vegha sollozó aún más fuerte imaginando que hubiese pasado sí esa pequeña niña entre sus brazos hubiese crecido y nacido.

No dejó que nadie se acercará a la bebé, Rhaenyra sollozaba en silencio mientras Daemon miraba fijamente a su nieta y a su hija.