Bajo el mismo techo: LARRY OMEGAVERSE

Dejarlo ir.

Entró a la casa y cerró de un portazo.
Se dejó caer en el primer sillón que vio, Sofie no dejaba de llorar y patalear. Harry había perdido en el pobre intento de no llorar.

Muy probablemente todo era mentira, eso era. Una cruel mentira.
Louis había estado fingiendo, había estado en automático siguiendo los pasos de Harry, probablemente ni siquiera le gustaba un poco.

Debió suponerlo cuando la mayoría de sus conquistas eran mujeres, de hecho no recordaba haberlo visto con ningún omega.

"No le gusto de la misma forma que me gusta"

El llanto no se detuvo, al menos no el de Harry. Sofie había terminado rendida y después de un biberon con leche se quedó profundamente dormida.

Harry pasó toda la noche despierto llorando, sentado en la sala con el celular a lado. Esperó una llamada, un mensaje, que el alfa entrara por la puerta y se disculpara que dijera que se arrepentía, que no iría a ninguna parte. Que dijera que lo amaba y lo besara.

Pero eso no pasó.

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El alfa llegó a su departamento, y lo primero que hizo fue dejarse caer en la cama, soltó un gruñido fuerte.

Estaba harto de todos los sentimientos que lo estaban consumiendo.

¿Por qué demonios tenía que pasarle a él?

Su vida era mejor antes de todo.

"Estaba solo"

Y sí, probablemente estaba solo pero podía hacer lo que quería cuando quería y con quien quería.

Se negó a llorar, no iba a llorar.
Sabía que Sofie estaría bien, sabía que Harry cuidaría de ella.

Se sintió mal.

¿Por qué demonios tenía que enamorarse de él?

¿Harry su omega? Acaso era una cruel broma del destino?

Era por eso que sin importar cuántos omegas insistían en salir con él, Louis siempre se negaba.

Empezó a pensar en todos los años que lleva conociendo a Harry, en los pocos alfas que ha visto con Harry a los cuales había odiado sin motivo aparente, las veces que Zayn se lo mencionó.

— Vamos, Tommo, ¿en serio no te gusta? Entiendo el hecho de que la cita no funcionó pero no puedes negarlo.

— Zayn, no. Harry es muy... Es diferente.

— Explica eso, y también quiero que me expliques las veces que te he acompañado a comprar regalos que me obligas a entregar sin que él sepa que son tuyos.

— Yo les hago regalos a mis amigos, solo son unos tontos regalos.

— ¿En serio Tommo? Porque no recuerdo cuando me regalaste mis flores favoritas hechas de crochet. O cuando me regalaste la colección completa de DVDs de mi serie favorita.  O las veces que me cediste tu suéter para que me cubriera del frío.

Louis había soltado un bufido.

— No es lo que piensas, algunas cosas son solo instinto, ¿cederle mi suéter? Vamos hermano, es solo el instinto de un alfa cuidar a un omega.

— ¿Qué hay de todo lo demás? Muy pocas veces asistes sus cumpleaños y cuando asistes te la pasas acechando a cada alfa o beta que se le acerca.

— Zayn, basta. Sabes que no me gusta Harry, él y yo no funcionamos ni siquiera como amigos.

— Niall ya se dio cuenta, y sabes que él no sabe disimular, si quieres empezar de nuevo con Harry es un buen momento para hacerlo, esta noche es su fiesta de cumpleaños.