Tragedia

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Al llegar a la estación de policía no sabía cómo sentir o qué pensar. Esperaba que no fuera algo tan grave.
Caminó con pasos titubeantes, al atravesar las puertas vio a varios Alfas y Betas uniformados. Cerró los ojos, respiró y caminó hacia recepción.

— Buenas noches, busco al oficial Daniel. Soy Harry Styles.
— El oficial de la autopista, en la escena encontró su nombre y número de teléfono en la tarjeta de contacto de la aseguradora.—mantuvo su expresión seria mientras hablaba con el omega, cuyos ojos ya se habían cristalizado— ahora necesito que me proporcione los números de los  parientes más cercanos. ¿Puede darnoslos?

— Sí, el padre de Zayn...—un sollozo escapó de sus labios—¿Dice que el auto se volcó? Se volcó al chocar con...

— El otro conductor iba en estado de ebriedad, perdió el control.

Parecía como si el omega se fuera a desmayar en cualquier momento, sus ojos totalmente rojos por el llanto, su  voz débil y el aroma de su tristeza hicieron que el oficial cerrara los ojos sólo por un segundo.

— ¿Está seguro de que no quiere sentarse? 

— Tienen una bebita. ¿Sofie estaba en auto? ¿Ella iba con ellos?
Las lágrimas bañando sus mejillas y la  voz quebrada del omega hicieron que al alfa se le erizara la piel, tenía miedo de pronunciar las próximas palabras.

— No, una menor se encontraba cuidándola. Estaba en casa a la hora del accidente. —el omega suspiró con un poco de calma— los oficiales la llevaron al SPI por ahora. Ella está bien.

Harry limpió las lágrimas de sus mejillas y frunció el ceño con duda.

— ¿SPI?

— Servivo de Protección Infantil, ellos se encargan de casos así.

— ¿Casos así? ¿A qué se refiere con eso?

El alfa tomó una fuerte respiración haciendo un intento por ocultar las lágrimas en sus ojos.

— Niños huérfanos.

El omega se abrazó a sí mismo y empezó a llorar en silencio, con una mano cubriéndose la boca para no gritar, pero su tristeza era palpable, su aroma lo delataba más que sus lágrimas y sollozos.  El instinto protector del alfa no sabía que hacer, quería evitar que el omega se sintiera así, pero tampoco podía hacer nada, no podía invadir su espacio, era un hombre desconocido y no quería provocar problemas con el Alfa de aquel omega.

La mente de Harry se llenó de recuerdos. Todos esos años junto a Niall, sus días de universidad, las salidas al karaoke, las noches de películas, cuando le presentó a Zayn, cuando se comprometieron, la boda, cuando le pidió que fuera el padrino de Sofie. Niall era su hermano, y lo había perdido.
Ya no envejecerían juntos, todos los planes a futuro ya no se llevarían a cabo, ya no habría nada.

Tantos recuerdos que no los podía procesar todos al mismo tiempo. Tanto dolor que no sabía qué hacer.

Con la poca estabilidad que le quedaba le dio los números teléfonicos al oficial.

Una moto se detuvo en la entrada de la estación, Tommo se bajó rápido, quitándose el casco, con el cabello revuelto caminó hacia recepción, al entrar sus fosas nasales se arrugaron y su alfa rasguñó su pecho, las notas de tristeza en el aire le fueron imposibles de ignorar. Había visto muchas veces llorar a Harry y siempre se había reído de él pero esta vez solo quería abrazarlo, ponerlo a salvo. Quería lamer las lágrimas sobre sus mejillas y contener el llanto que hacía a ese omega un manojo de nervios.

Odiaba cada vez que se sentía así, cuando su alfa rasguñaba en su pecho, no sabía porqué Harry le hacía sentir a veces.

Avanzó hacia ellos, miró a Harry con los ojos inyectados en sangre. Contuvo las ganas de abrazarlo y enterrar el rostro en su cuello.

Bajo el mismo techo: LARRY OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora