INVIERNO

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Cuando lo vio bajar del taxi, odió que Liam no estuviera ahí, habría dado todo por sentir sus manos sosteniendo su cintura porque justo ahora sentía que las piernas le fallaban, su omega lloriqueaba en su pecho.

Tragó saliva y se limpio las manos en el delantal, falló en el intento de ocultar su nerviosismo, su aroma lo delataba, esperaba que Louis no se diera cuenta.

Pero el alfa también estaba nervioso, miró la ventana dos veces, y lo vio, ahí estaba Harry, su Harry, su omega.

Lucía hermoso, con esos clásicos jeans ajustados y un cardigan con patitos, Louis no pudo evitar sonreír y su alfa lanzó un aullido.

Cuando sus ojos se encontraron, Harry apartó la mirada, dándose el tiempo de fingir que hacía algo.

Tocó el picaporte y entró haciendo que la campanita sonara.

Quería correr hacia él, tomarlo en brazos, besarlo, quería lamer su cuello y embriagarse con su aroma.

Se detuvo.

Harry ocultó las manos en los bolsillos del delantal, sus manos picaban por querer tocar al alfa y su más salvaje instinto aullaba por algo que Harry quería olvidar.

Porque todo era más fácil si pensaba en Louis como un alfa cualquiera que lo abandonó, no como SU ALFA.

Louis avanzó unos pasos y vio a Sofie correr por el local, la tomó en brazos.

— ¡Qué grande estás! Esos cachetes preciosos.

Apretujó a la bebita entre sus brazos y besó sus mejillas.

Harry se acercó unos pasos, pero sin acercarse por completo. Cada paso era aún más difícil, temía acercarse lo suficiente y ceder ante su instinto, ese mismo que quería arrojarse a los brazos del alfa y marcarlo con su aroma, el instinto que le decía que le demostrara a los ojos curiosos que ése hombre de ahí era suyo.

Carraspeó antes de hablar.

— Está enorme ¿verdad?

— Las fotos no le hacen justicia—miró a Sofie—¿Sabes decir Tommo? Di Tommo.

Harry soltó una leve risa.
¿Pretendía que su cachorra dijera Tommo antes que Harry? Definitivamente, no.

— A ver si tienes suerte.

Eso era justo lo que Louis rogaba cada noche, volver a tener a Harry entre sus brazos.  Tener suerte de nuevo.

— ¿todavía no dice Harry?

— No, ¿Sabes lo que se siente ser superado por Vaso, silla, pato, gato y jirafa?

Louis sonrió con los labios juntos, miró al omega frente a él y se animó a hablar, aún con Sofie en sus brazos.

— Hola.

— Hola.

Louis sabía que ese no era el lugar, pero no quería perder más el tiempo.

— Harry, la otra vez, por teléfono... Era verdad, necesito hablar contigo, en serio necesito que me escu—
Harry desvió la mirada y en cambio, le entregó una pañalera, interrumpiendo su discurso.

Louis la tomó y se la colocó en el hombro.

— El domingo es la cita con Zendaya, al medio día, ¿seguirás aquí?

Louis cerró los ojos y asintió, cuando los abrió se dio cuenta que Harry golpeaba un pie contra el piso y miraba a todas partes menos hacia él.

— Mi vuelo sale a las dos de la tarde, pero si tú—pasó la vista por el local y se dio cuenta de una pared sin color—¿detuviste la expansión?

Bajo el mismo techo: LARRY OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora