Empezando de nuevo

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Esa noche ambos durmieron en el nido junto con su cachorra.
No querían estar lejos, no querían una vida diferente a la que habían tenido.

No hablaron de nada más que de lo mucho que se amaban. No querían malgastar el tiempo en cosas que en ese momento no tenían importancia.

— ¿Le dirás a Anne?

— ¿Qué cosa? ¿Que mi alfa es el mismo alfa del que me he quejado por años?

— ¿Quieres que yo le diga?

— Me sentiría mejor, definitivamente sí.

— Le diré que nos casaremos en primavera.

El omega abrió la boca con asombro.

— ¿Qué?

— Le diré a Anne que su precioso omega me ha dicho que sí, y seremos esposos para abril.

Harry lo besó como pudo, intentando no aplastar a Sofie. Y enterrando el miedo que había surgido al instante.

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— No entiendo, ¿por qué estamos sacando todo de tu departamento?

— Te tengo una sorpresa.

Harry puso ambas manos sobre sus caderas, llevaba a Sofie en el canguro.

— ¿No planeas decirme?

— Es una sorpresa amor, si te digo ya no será sorpresa.

— Bueno, yo sí te diré... Es probable que James te de una bofetada cuando te vea.

Louis dejó de rellenar la caja con sus cosas y miró a su omega.

— ¿De qué hablas?

— James quiere golpearte por abandonarme.

— Recuérdame no ir a la cafetería.

Harry rió acompañado de Sofie.

— Ya dime, hemos estado aquí casi todo el día, ¿Porqué limpias todo?

— Voy a darle mi departamento a un amigo, uno que hice en Phoenix.

— ¿Viene de paseo?

— Viene a vivir aquí, quiere conocer a Sofie, y me extraña.

— Ya, ¿quieres pizza?

Louis sonrió de lado, era demasiado obvio cuando Harry se ponía celoso.

— Luke es un omega que—

Harry se puso de pie y caminó hacia el teléfono.

— ¿pepperoni o champiñones?

— Omega, no te pongas así, siempre que he querido mencionar a Luke te pones así.

— ¿Así cómo? ¿Qué insinúas?

— Tu expresión y tu aroma cambian, Harry te pones celoso.

— Pff, ¿celoso yo? Ideas tuyas, yo solo tengo hambre.

Louis lo dejó pasar, terminó de llenar las últimas cajas y se limpió el sudor de la frente.

— No has preguntado por mi trabajo.

— Tú no has... Tú no...
Cerró los ojos intentado buscar algo qué reclamar pero no lo encontró.

Sintió las manos de su alfa acomodarle un rizo y abrió los ojos.

— Confía en mí, no haría nada para lastimarte. Eres lo más importante para mí, eres mi omega.

Sintió un leve golpe en el pecho, bajó la vista de los ojos verdes.

Bajo el mismo techo: LARRY OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora