El baño de Sofie

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Sofie estaba en la bañera con agua tibia, juguetes y espuma.
Ambos arrodillados y con los brazos apollados en el borde de la bañera, Louis sostenía un barquito y Harry un patito de hule. Los tres estaban jugando con el agua, hasta que la sonrisa abandonó el rostro de sofie. Se quedó seria y con el ceño levemente fruncido.

—¿Qué ocurre, Sof?

—Oh, no.

Harry estaba asustado, sabía lo que pasaría ahora. El alfa lo miró directamente a los ojos.

—Oh, no ¿qué?¿Qué sucede?

—Tommo, su cara de popó.

—¿Su cara de popó?

—Sí, su cara de popó, sácala o se hará dentro de la bañera. ¡Rápido! ¡Corre!

—¿Cómo estás seguro de que hará popó?

El omega tomó a Sofie en brazos y empezó a caminar.

—Levántate, ve a quitarle el seguro al inodoro—el alfa al ver que no era una falsa alarma se apuró—Rápido Tommo, o se hará encima de mí!

—No se puede, esta cosa no sirve ¿Por qué mierda le ponen estas cosas—tirando del seguro a prueba de bebés—¡está atorado!

—Ay, por favor, a un lado, yo lo haré, alfa inútil, sujétala—empezó a girarlo desesperadamente pero el artefacto no se movía—ya lo tengo, ¡Por favor, ábrete!.... al carajo, no hay tiempo—se levantó y le quitó la gorra de la cabeza.

—No, ¡¿qué haces?! Harry, no te atrevas...

—Prometo que la lavaré—dijo mientras ponía la gorra en el trasero de Sofie.

—Harry Styles, tengo esa gorra desde la universidad!

—La lavaré—dijo pero cuando la sintió pesada añadió—No, no la lavaré, eso es asqueroso.

—Oh, si que la lavarás.

Harry soltó una carcajada alejando la gorra y haciendo una mueca por el olor que desprendía.

—Oh, ¿te parece gracioso?

—Sí, definitivamente lo es... Yo creo que habrá que tirarla.

El alfa observó al omega poner la gorra en la papelera, con sus mejillas rojas por la risa y no pudo evitar reír. Ambos estaban sentados en el piso del baño. 

—Oh, sí. Eres muy gracioso, tan simpático—dijo con ironía y sentando a Sofie en su regazo.

Ambos solo se miraban y reían muy ajenos a todo lo demás, las carcajadas cesaron cuando los ojos del omega se fijaron en Sofie, un pequeño bultito en su ombligo llamó su atención.

—¿Qué es eso?

—¿Qué cosa?—el alfa bajó la vista hasta la pancita de la bebé—mmm su... ¿Ombligo?

—No, no, eso no estaba ahí hace unos días. No lo tenía.—se acercó para verlo más de cerca.

—Si lo tenía, estás confundido, todos los ombligos son diferentes.

—No, esto no es... Normal.—palpó la protuberancia sutilmente y Sofie empezó a llorar, el alfa le apartó la mano y se puso de pie.

—Tommo, hay que llevarla al hospital.

—No, tú tienes que llevarla al hospital.

—Pero... Ambos...

—Tú y yo hicimos un trato, tú la llevarás al médico y luego me dirás todo lo que te diga. Yo no voy a Hospitales. No voy y nada me hará cambiar de opinión.

Bajo el mismo techo: LARRY OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora