¿Calma?

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Anne se había ido. Y apesar de la incertidumbre y la rareza de los acontecimientos pasados, Alfa y omega trataron de mantener la calma.

Y la calma realmente estaba revolviendo todo.

Sus instintos estaban cediendo.
Estaban orillándolos a lo inevitable.

Harry y Louis estaban... ¿?

¿Cómo se podría llamar a una relación que no era una relación?

Louis había ido a su departamento 2 días consecutivos después de que la marca cicatrizara por completo.

Complacido y decepcionado a partes iguales.

Tenía miedo de lo que estaba sintiendo, tenía miedo en lo que su vida se convertiría.

¿Sería otro alfa enlazado de los demás? ¿Otro papá de los suburbios con una mini van?
¿Ese era su futuro?

Fumó más de 2 cajetillas de cigarrillos, respiró profundamente y decidió hacer lo mejor, aún con el temor carcomiéndole los sentidos.

Volvió a casa con Harry.

Harry no lo recibió con brazos abiertos ni estampó besos en su rostro, pero la mirada que le brindó y la comisura de sus labios elevándose en una sonrisa fue suficiente, eso era lo que necesitaba.

— ¿Quieres que pida algo para cenar? ¿Sushi?

— No, hoy quiero pizza. Además a Sofie le preparé una pasta.

— ¿Vemos una película juntos?

Harry sonrió, estaba a punto de responder cuando el alfa volvió a hablar.

— Harry, todo menos titanic.

— No se vale... Tú siempre quieres ver cosas de terror.

— Es que son las mejores, si accedes pediré pizza vegetariana.

— Eso es chantaje.

— El mundo entero se mueve por el chantaje, cariño.

Harry tomó a Sofie de su sillita y pasó a lado del alfa.

— Bien, pero tú haces las palomitas.

Terminaron con Sofie dormida en el corralito y ambos sentados en el sofá, una manta los cubría ligeramente, era más una manta para que Harry se cubriera la cara cada vez que algo feo aparecía en el televisor.

Cuando la película terminó, apagaron el televisor y ambos se acercaron a mirar a Sofie, tan pequeña, tan frágil, tan linda.

— Cuando pensé que tendría una cachorra jamás creí que sería de esta forma.

— Yo jamás pensé en tener una y mírame ahora, con una...—la palabra "hija" calentaba su lengua y su pecho—con una bebé que solo sabe decir tomate.

Harry rió suavemente.

— Ella es tan linda, me dolerá verla crecer.

— Ella será tan linda pero ningún alfa será digno de ella.

— Tendrá que crecer Tommo, no podrás alejar a cada alfa que se le acerque, u omega.

— Claro que lo haré. Nadie tendrá a mi pequeña Sof... ¿Quieres que la lleve arriba?

— Por favor, necesito dormir. Aunque después de la película no creo poder hacerlo.

Subieron las escaleras, antes de poner a la bebé en la cuna el alfa la marcó con su aroma y Harry reprimió un ronroneo.

Bajo el mismo techo: LARRY OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora