Unholy Confessions.

Capítulo 6.

En respuesta a su pregunta, comenzaron a salir. Se pasaban juntos cada momento del día que podían y se sentían muy a gusto con la compañía del otro.

Johnny comenzaba a sentirse igual de feliz que antes, creía que quizás sus sentimientos por Jessica estaban yendo demasiado lejos para el tiempo que llevaban juntos pero, le restó importancia.

Por su parte, Jessica tenía un poco de miedo. A pesar de que él era encantador y caballero con ella, no podía evitar sentirse insegura. La última vez que confió en un hombre, casi la mató a golpes. No pensaba que todos los hombres eran iguales pero, temía por tener la mala suerte de encontrarse, nuevamente, con alguien como Sam.

Él estaba feliz, se notaba a kilómetros y, no era para menos. Después de tantos años de amargura, tenía que llegar un día que le tocara la felicidad. Sus amigos estaban contentos de verlo tan sonriente y tan lleno de vida.

Dos semanas después, la vio salir de su casa con un hombre robusto, de cabello castaño y ojos grises. Ambos reían y platicaban y él, moría de los celos.

-Respira, recuerda que no debes alterarte.- Se dijo a sí mismo. -Quizás sea un pariente, o un amigo.-

Mientras tanto, ella hacía las compras semanales en compañía de Luke, su mejor amigo, quien había venido a visitarla.

-¿Cómo te encuentras?- Preguntó él mientras acariciaba su brazo.

-Hmm... No me quejo, la gente aquí es muy agradable.-

Luego de ambos ponerse al tanto de la vida del otro, volvieron a su casa riendo y comiendo helado. Luke se sentía muy bien en compañía de su mejor amiga, la extrañaba muchísimo y quería decirle cuánto la amaba así, quizás, podría hacerla volver.

Cuando Johnny salió de su casa, para ir a ensayar, pudo ver a Jessica parada frente al hombre que había hecho brotar sus celos. Él se le acercó y dejó un corto beso en sus labios. ¿Por qué corto? Porque ella se separó inmediatamente y negó con la cabeza.

-Lo siento, no puedo. Luke... Eres mi amigo, yo... Estoy con alguien, no puedo.- El rostro de Luke se puso rojo de la vergüenza y se fue, con la hombría herida por el rechazo.

Se dio la vuelta y lo vio parado, de brazos cruzados y una mirada seria en el rostro. A Jessica se le estrujó el corazón al verlo así, estaba serio pero su mirada era de dolor.

-Johnny... ¡Johnathan, puedo explicarte!- Gritó al ver que caminaba en dirección contraria a la suya. Él no quería escucharla, estaba dolido y enojado. Una vez más, sentía su corazón partirse al medio por culpa de una mujer, y no cualquier mujer sino ella. Tan igual y diferente, a la vez, de lo que él recordaba.