Capítulo 10.

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-Creeme, intenté reprimir todos mis impulsos de ir hasta allá pero la ira pudo conmigo.- Dijo apretando los puños. Ella, finalmente se acercó y acarició su espalda intentando calmarlo.

Johnny revivía sus recuerdos y sentía de la misma forma que en aquel momento. Odiaba pensar en todo eso pero sentía que debía sincerarse con Jessica. -Caminé decidido y le dije al tipo del lobby que me estaban esperando, el muy idiota me creyó.- Rió con fuerza, asustándola, y continuó. -Me abrieron la puerta diciendo que no habían pedido servicio a la habitación pero al verlo parado ahí, sin camisa, le di un puñetazo y entré. Lacey me vio y comenzó a gritar que paráramos, que lo hablaríamos en casa, pero yo no tenía nada que hablar. La mujer que más amaba, me había roto el corazón. No me amaba, nunca lo hizo, ni siquiera sé por qué sé casó conmigo.-

-Oh Johnny, eso... ¡Es horrible!- Él asintió con culpa. -¿Les... Hiciste algo?- La miró pero omitió esa pregunta.

-Comenzamos a golpearnos y el tipo sacó una navaja del bolsillo de sus pantalones. Lacey gritó "Oh por dios, Jordan, baja eso" pero él no hizo caso. Estaba cegado, casi tanto como yo. Él quería apuñalarme y se suponía que yo era el engañado, irónico ¿No?- Rió, esta vez, sin gracia y la mano de ella se separó de su espalda. Estaba muy asustada y no sabía por qué no podía alejarse de él. -De a poco me fue arrinconando hasta quedar con mi espalda apoyada sobre una esquina de la habitación, la puñalada salió pero nunca llegó a mí porque ella se interpuso.- Jessica ahogó un grito y él la miró con los ojos cristalizados, casi podía sentir el dolor que sintió Lacey, en sus entrañas. -Ese hijo de puta, se acostaba con ella y la apuñaló.-

-¡Oh por dios! ¡Lo siento tanto!.. ¿Qué... Qué pasó con él?- Sonrió con la vista perdida y una gruesa lágrima cayó por su mejilla izquierda haciéndolo apenas parpadear.

-Pasó lo que tenía que pasar, mi querida Jessica.- Sus manos se entrelazaron entre sí sobre su regazo y continuó. -¿Tú qué harías en mi lugar?-

-N..no lo sé.-

-Yo tampoco sabía que hacer, sólo actué, hice lo que debía... Bueno, lo que creí que debía hacer.- No lo entendía, de repente había comenzado a hablar en clave, parecía que sus palabras ocultaban cosas aún más terribles. -¿No me entiendes?- Ella negó con la cabeza. -Descuida, yo te orientaré... Luego de apuñalarla, me abalancé sobre él, como si ella no estuviera ahí. Comencé a golpearlo con todas mis fuerzas y luego, una adrenalina casi imposible de controlar me embistió y llevó mis manos a su cuello.- Sus nudillos comenzaron a ponerse blancos de la fuerza que ejercían sus puños. -El tipo me doblaba en tamaño y yo me encontraba ahorcándolo como si su cuello fuera una débil ramita a punto de quebrarse.- Hizo una pausa. -Fue cuando sus piernas dejaron de moverse que me di cuenta de lo que había hecho... Y lo que había ocurrido con ella.-

Unholy Confessions.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora