Unholy Confessions.

Capítulo 15.

El tiempo comenzó a correr; cada quién seguía con su vida atesorando los pocos pero significativos recuerdos que tenían juntos, muy en lo recóndito de su corazón. Ella había retomado su empleo como columnista en Toronto, se había mudado con sus padres y lo único que le quitaba el sueño era saber que la penitenciaría estaba a tan sólo 1km de distancia. Sabía que si Sam lograba escapar, a la primera que buscaría sería a ella, pero siempre terminaba dejando de lado esos pensamientos aterradores distrayéndose con otras cosas.

Johnny había perdido su chispa, esa luz que tenía cuando estaba junto a Jessica, y sus amigos se habían dado cuenta del cambio radical en la actitud de él. Se pasaba días enteros sin poder sacársela de su mente y, por las noches, era atormentado por los recuerdos de la noche en la que Lacey moría y lo dejaba pero lo que más lo aterraba era verla a ella en lugar de su esposa.

A los dos meses Jessica se volvió a encontrar con Luke, le aceptó un café y, varias semanas después, comenzaron una relación bastante abierta. "Sin presiones" Le había dicho ella, a lo que él accedió sin objeciones; pues lo que él realmente quería era estar con ella, no importaba si había que ir con calma.

Las cosas también habían cambiado para Seward; comenzó a salir con Melanie, una chica que le habían presentado sus amigos. Le había atraído desde un principio pero lo que más le gustaba de ella era que era espontánea y su presencia no le recordaba a nadie.

*Dos meses después*

-¿Sabes? Estaba pensando que quizás podíamos hacer un viaje para Navidad.- Johnny la miró sorprendido, apenas llevaban cuatro meses saliendo y ella ya quería irse a quién sabía dónde.

-Aún faltan cuatro meses, linda.- Acotó intentando sonar sutil.

-Pero sería bonito, podríamos pasar navidad con mis padres y año nuevo con los tuyos. ¿Qué opinas?- Sonrió mostrando sus hoyuelos que a él tanto le gustaban y le contagió el gesto.

-De acuerdo, iremos con tus padres para navidad.- Se maldijo mentalmente por ser tan accesible mientras recibía un abrazo y un pequeño beso en el cuello. Le gustaba estar con ella, se sentía bien, pero le preocupaba estar yendo demasiado rápido. Formalizar tan rápido significaba que debería borrar a Jessica de su sistema y, aunque no la recordaba con pesar como lo hacía antes, no estaba del todo listo para olvidarla. No aún.

****

No sabía qué ponerse. ¿Debía ir formal o informal? Luke la había citado en el parque donde se habían reencontrado y había "resurgido la magia", según él. Pero ella estaba nerviosa y no sabía por qué.

Finalmente optó por usar una blusa, unos jeans y unas botas cortas. "Dudo que me quiera llevar a cenar." Pensó. Pero no podía engañarse a ella misma, lo cierto era que se vestía así porque no quería que la lleve a cenar; sabía lo que venía de la mano de esa cita y no estaba preparada para afrontarlo.

-Hola cariño, te ves genial.- La saludó dándole un pequeño beso de pico.

-¿Para qué...- Dejó el resto de la pregunta en el aire, esperando una explicación. Luke se veía nervioso, movía las manos y se las secaba en el pantalón todo el tiempo.

-Es que... Quería que esta noche fuera diferente.- Admitió. Jessica estaba muy nerviosa, ni siquiera la brisa que corría lograba calmarla.

-Y... ¿Por qué aquí?-

-Porque aquí te encontré y aquí me aceptaste ese café.- Sonrió con un extraño brillo en sus ojos y ella quiso morir. No estaba preparada, no quería estarlo.

-Luke...-

-No, déjame terminar por favor. Hace cuatro meses que me haces feliz pero necesito saber si quieres avanzar con esto.- Jessica balbuceó. -Te amo Jessie y no puedo vivir sin tí.- La tomó por la cintura y la miró de cerca. Ella se iba a arrepentir de lo que estaba por hacer pero no había vuelta atrás. Recordó a Johnny y la carta que había escrito para él, donde se sinceraba completamente porque esa había sido la última vez que sería sincera consigo misma.

-También te amo, Luke.- Susurró con los ojos vidriosos y lo besó, escurriendo en silencio unas lágrimas que él creía que eran de alegría pero que, en realidad, eran de tristeza.