Capítulo 24.

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Decir que se sentía el ser más asqueroso sobre el planeta tierra era poco; había sido un simple beso, pero le había correspondido, lo había engañado.

-¿Quién era, amor?- Preguntó Luke abrazándola por la cintura, y besando su cabello. El corazón de ella iba a mil revoluciones por minuto, se sentía sucia y estaba en un dilema moral entre decirle la verdad o mentirle y hacer como si nada hubiera pasado.

-Era...- Suspiró. -Un turista que buscaba una calle.- Él miró hacia ambos lados de la calle y se encogió de hombros.

-¿Quieres desayunar?-

-Está bien.- Y con una media sonrisa, lo siguió hasta la cocina mientras pensaba "¿en qué me he metido?"

Mientras tanto, Johnny se dirigía a la casa de Melanie para buscar sus cosas. Sus padres se habían sorprendido al verla llorando pero ella seguía sin querer contarles lo que había pasado.

-¡Eres un idiota!- Gritó metiendo prendas en la maleta de él. -¡Miserable!.. ¡Insensible gusano!-

-Lo sé.- Dijo él entrando a la habitación.

-¿Qué haces aquí?- Al ver su estado él se replanteó si debía salir de la habitación pero, al ver que ella no se movía, se quedó.

-Me dijiste que venga por mis cosas, Mel.-

-Pues... Ahí las tienes. Y por cierto, ya sé que no te olvidaste el cepillo de dientes... ¡Maldito mentiroso!-

-¿Ahora me vas a hacer una escena por un cepillo insignificante?-

-¡No es el maldito cepillo! ¡Si no hubiéramos ido por él, no la habrías encontrado!.. Y quizás seguirías conmigo.- Ella lloraba y él no podía evitar sentir culpa.

-Por favor Mel, no llores. Sabes que es lo mejor para ambos.- Se acercó a abrazarla y ella lo alejó. Pero, a pesar de eso, él insistió hasta que ella cedió a su abrazo.

-Te odio.- Sollozó en su hombro.

-Me amas... Y yo también a tí. Es por eso que no podemos estar juntos.-

-Eso es lo más estúpido que has dicho. Lo sabes ¿Verdad?- Su mano le acariciaba los rizos dorados mientras sostenía la cabeza de ella sobre su hombro.

-Claro que no, quiero que seas feliz y a mi lado no lo serás.-

-Soy feliz contigo.-

-¿Estás segura?-

-¡Sí! Bueno... A veces.-

-No debería ser así, yo debería querer estar contigo todo el tiempo. Tú no mereces esto.- En ese momento, ella hizo algo que lo dejó sin palabras. Lo arrinconó contra la puerta de la habitación y besó sus labios con desesperación, como si hubiese estado guardando toda esa efusividad para ese momento. Johnny no pudo evitar corresponderle, la apoyó contra la puerta y hasta la subió sobre sus caderas; pero al darse cuenta del error que estaban cometiendo, se separó lentamente de sus labios y apoyó los pies de ella en el suelo.

-No, linda. No hagas esto.- Dijo agitado.

-Yo quiero estar contigo Johnny.- Sollozó. -¿Por qué tú no?-

-Porque ella... Me salvó de mi propia locura.- Ella se separó de él y lo miró con desconfianza. Los ojos de él brillaron con tristeza, reflejando una verdad que ni él mismo sabía hasta ese momento.

Esa noche, al igual que otras tantas, no podía dormir. Se sentía conforme con la decisión que había tomado, aunque le había dolido dejar a Melanie llorando en su cama. Pero como necesitaba a Jessica a su lado, la llamó.

-¿Sí?-

-¿Jess?- Ella, al darse cuenta de quién le hablaba, se levantó de la cama y se encerró en el baño.

-Son las dos de la mañana. ¿Qué sucede?- Murmuró bostezando.

-Te necesito, Jess.- El corazón de ella se aceleró, había esperado tanto tiempo para escuchar esas palabras de la boca de él...

-Johnny, yo... No puedo ir a esta hora, es tarde. Luke despertará, se enfadará...-

-¡Entonces déjalo!-

-No... No puedo hacer eso. Tú tampoco lo harías.-

-Pues ya lo hice, no quiero que nada se interponga entre tú y yo. Te amo pero no quiero compartirte con alguien más.- Cada vez que ella oía un "te amo" de los labios de él, su corazón flotaba. ¿Pero cómo dejaría a Luke si él era un sol con ella?

Unholy Confessions.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora