Turbinas, algunas nubes, un cielo completamente oscuro y Melanie durmiendo con la cabeza apoyada en su hombro. Así transcurrió su viaje. Ni siquiera sabía por qué estaba yendo a Canadá si no estaba seguro de su futuro con ella.
"Vas para intentar salvar la relación." Se recordó. La culpa lo invadió en cuanto la miró; ella era feliz con él, lo amaba tal y como era ¿Y quién era él para arrebatarle esa felicidad?
"Olvidas que no le has sido sincero." Le dijo su traicionera consciencia.
Era cierto, ella no sabía nada de Lacey ni de Jessica. "No sabe nada sobre Jessica porque le mentiste." Bufó. No le gustaba que su mente lo regañara.Sus pensamientos viajaron una vez más hasta Jessica. Ella lo conocía, no lo había juzgado y lo había querido quizás hasta más de lo que él merecía. Y él había arruinado toda oportunidad de tener algo serio con ella.
-Soy un estúpido.- Exclamó en voz alta.
-¿Por qué?- Murmuró Melanie abriendo los ojos y mirándolo con preocupación.
-Uh... Uhm... Olvidé el cepillo de dientes.- Su novia sonrió.
-Descuida, compraremos uno.- Besó su mejilla y la culpa que sentía se acrecentó.
La presentación a sus suegros no estuvo nada mal, de hecho lo recibieron bastante bien; los padres eran igual de simpáticos que su hija y eso le hizo las cosas un poco más leves pero, con cada minuto que pasaba, se sentía más incómodo y culpable.
-¿Estás bien?-
-Sí, linda, sólo estoy un poco sofocado.-
-Lo sé, pueden ser muy abarcativos cuando se lo proponen.-
-Creo que iré a comprar ese cepillo, necesito un poco de aire.- Sonrió debilmente y fue por su abrigo.
-Vamos, no quiero que te pierdas.-
Se fueron caminando, cosa que él agradeció mentalmente, pues se sentía ahogado. De todas maneras, las pequeñas manos que sujetaban su brazo no lo dejaban relajarse por completo.
El vecindario era hermoso, a decir verdad; era hogareño y olía a invierno, cosa que a él le encantaba. Decoraciones sutiles pero hermosas adornaban el frente de las casas y algunos restos de nieve, de los días anteriores, le daban el toque justo que daba la sensación de estar en el país de la Navidad.
Entraron a una tienda, de tamaño medio y compraron el cepillo, junto con algunas golosinas que quería Melanie, y se dirigieron a pagar. Justo cuando estaban por llegar a la caja, una chica estaba por entrar en la fila.
-Adelante, pasa.- Le ofreció Johnny sin mirarla, quería hacer todo el tiempo posible para estar fuera del ojo de sus suegros. Pero lo que él no sabía, era que esa iba a ser la distracción perfecta.
-¡¿Johnny?!- Exclamó una voz femenina que él conocía a la perfección. En efecto, era Jessica a quien le había cedido su lugar. La misma Jessica con la que había compartido sus secretos más oscuros, la misma que se había ido para siempre.
-¡¿Jessica?!-
-¡¿Tú eres Jessica?!- Exclamó Melanie con los ojos bien abiertos.
-Así es.- Dijo tímidamente y le estrechó su mano a Melanie. -Es un placer.-
Los instintos de ella no se habían equivocado, Johnny tenía una novia; y parecía una muñeca de porcelana.
-Melanie.- Se limitó a decir con una sonrisa falsa. -Su novia.-
-Lo sé, Johnny me ha hablado mucho de tí.- Él frunció el ceño por la enorme mentira que salía de sus labios y por la serenidad con la que se comportaba.
-¿Ah sí?- Preguntó Melanie.
-Bueno, eso fue cuando recién empezaron a salir, luego perdimos el contacto.- Lo miró fijamente y él entendió que debía seguirle la corriente.
-Uhm... Sí. Sobre eso, lo siento, Jess.- La miró a los ojos, pero no disculpándose por eso sino por haber sido un idiota con ella, por haberla perdido.
Estaba teniendo una revolución de sentimientos, pensamientos y recuerdos que lo estaba haciendo poner nervioso.
-Cariño, tengo el cereal y el shampoo.- Un chico apareció entregándole los productos que llevaba en la mano y saludó. -¡Hey, yo te conozco!- Dijo Luke señalandolo a Johnny. -Eras el vecino de Jess en California.-
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Unholy Confessions.
Fiksi Penggemar"-¿Sabes? Me recuerdas a alguien.- -¿A quién?- -Pasa, te contaré la historia.-" Jessica se había mudado a Huntington Beach después de pelearse con su novio pero, una simple visita a la casa de su atractivo y misterioso vecino cambió su vida para sie...