Unholy Confessions.

Capítulo 13.

Los días comenzaron a transcurrir y los pocos metros que los separaban se hacían cada vez más largos. Él intentaba no pensar en ella, con ayuda de algunas mujeres con las que decidía compartir cama, pero nada llenaba el vacío que él mismo había provocado al alejarse de ella. Por su parte, Jessica estaba deprimida, no había podido evitar encariñarse con Johnny, e incluso entendía su desordenada mente. Ella había estado mucho tiempo sin salir de su casa gracias a Sam y todos la apoyaron. Johnny, en cambio, había afrontado solo la pérdida de la mujer que más amaba.

Sentado sobre sus piernas, Donnie dormía plácidamente mientras ella intentaba escribir una maldita columna. Se había pasado toda la tarde sentada frente a su laptop, con la hoja en blanco. Había pasado un largo mes desde que Johnny terminó con su "relación" y no había vuelto a saber nada más de él... Hasta que él tocó a su puerta.

-¿Puedo ayudarte en algo?- Murmuró sorprendida pero conteniendo las ganas de lanzársele encima y llorar abrazada a él.

-¡¿Por qué no puedo olvidarte?!- Gritó con una mezcla de dolor, enfado y alcohol, que Jessica no logró descifrar.

-Ehm, yo... Lo siento.- Se sentía apenada, aunque muy dentro de ella afloraba un pequeño atisbo de esperanza. El la extrañaba, ¡El sentimiento era recíproco!

-¡No!- Gritó. -¡Es "mi" culpa!- Dijo apuntándose con el dedo índice. -¡Maldito el día en que me involucré contigo, Jessica!- Sus ojos escurrían lágrimas sin parar y el aliento a alcohol se podía oler a miles de kilómetros.

-Descuida, podrás olvidarme sin problemas. Lo prometo.- Murmuró con la voz apagada. Acto seguido, cerró la puerta.

****

Al dia siguiente, abrió los ojos. Le ardían y los sentía pegados. Pensó en el sueño que había tenido acerca de Jessica, en el que le dejaba muy en claro que la odiaba, y se levantó.

Luego de mucho pensar, decidió que lo mejor era arreglar las cosas; mal o bien, ella lo aceptaba como era y no lo juzgaba por lo que había hecho. Pero cuando llegó hasta su puerta encontró, sobre la misma, un sobre clavado con un alfiler que decía "Johnny". Tomó el sobre y lo abrió; dentro, había una hoja escrita en tinta azul.

"Esto es tan dificil... No suelo escribir cartas y estoy haciéndolo en vez de escribir una columna.

Anoche cuando viniste me hiciste pensar mucho en todo; Porqué me fui, porqué vine a vivir aquí, porqué dejé todo. Y todo me llevó a la misma respuesta: miedo. ¿Recuerdas que te dije que también tenía a mi propia Lacey? En realidad se llama Sam, es mi ex esposo y está en prisión. ¿La causa? Me golpeó hasta el punto en que casi me mata. Sé lo que sientes y no te culpo, descubrir que la única persona a la que amabas no te amaba te deja deshecho. Nunca te conté esto por miedo, o quizás porque no quería alejarte de mí.

Tal vez suene tonto pero, en este corto tiempo, me encariñé contigo. Jamás te tuve miedo y, si me hubieras dado la oportunidad, te habría ayudado a salir de esto. Pero ¿Ves? Estoy siendo egoísta, ¿Cómo puedo ayudarte si fui yo la que te recordó todas esas cosas horribles? Todas las noches me pregunto qué es lo que puedo hacer por tí y anoche, por fin, supe la respuesta...

Alejarme.

Volveré a mi antigua vida, con mi familia. Quizás tenga miedo de estar en el mismo país que Sam pero me da más miedo perderte a tí y no darte la oportunidad de volver a ser feliz. Te queda mucho por vivir, Johnny. Aprecia la vida, es maravillosa.

Agradezco haber compartido este breve tiempo contigo, promete que me olvidarás y que continuarás con tu vida.

Te quiero... Jessica."