Su mandíbula de tensó al escuchar ese nombre lleno de sensaciones y sentimientos, de olores, recuerdos, pero sobre todo, de culpa. La culpa que él sentía por haber estado ahí, por no haber podido evitarlo, por haberla matado.
-Lacey es... Era... Mi esposa.- Se sentó al igual que ella, la admiró de arriba a abajo, con su camiseta cubriéndola hasta sus muslos. Era preciosa, era igual a ella y eso lo angustiaba.
-Ella... ¿Murió?-
-Sí.-
-Lo siento.- Jessica sintió un poco de arrepentimiento por haber pensado que él era un loco maniático. -¿Cómo...- Dejó la pregunta obvia flotando en el aire, esperando a que él la complete... O la responda.
-¿Quieres saber cómo murió? ¿O quieres saber si yo tuve que ver en su muerte?- El corazón de Jessica se aceleró y sus manos comenzaron a sudar frío. El rostro de él era inexpresivo, no se notaba nervioso, ni angustiado, su mirada se movía hacia ella y volvía hacia la nada. Su silencio lo obligó a seguir. -¿Alguna vez te has enamorado profundamente y te rompieron el corazón?- Ella asintió. -Bien, eso fue lo que me ocurrió. Hace nueve años la conocí. Recuerdo que ella estaba sentada en el parque, bajo un árbol. Fue amor a primera vista. ¿Sabes?- Sonrió recordándola, con su vestido floreado y su pequeño y frágil rostro decepcionado. -Un idiota la había plantado, recuerdo que pensé que cómo alguien podía plantar a tan delicada criatura.- La miró pero, sus ojos no la veían a ella, sino a Lacey, y Jessica lo sabía.
Su cabeza estaba repleta de dudas que surgían instantáneamente, sin necesidad de pensarlas demasiado. Tenía inquietudes, no llegaba a creer que Johnny pudiera ser como Sam, no quería creerlo.
-Tres años de relación y nos casamos. Estaba tan enamorado... Las personas que nos veían decían que hacíamos una gran pareja, que nos veíamos tan lindos juntos y tan enamorados, pero las apariencias engañan ¿Sabes?- Su mirada se tornó vacía y oscura, sus ojos sólo expresaban dolor. -Lacey era muy ciclotímica, su humor nunca era constante y, conforme pasaba el tiempo, sus gestos dulces y sus sonrisas hacia mí, disminuían.-
Ella, aunque moría por abrazarlo, mantenía la compostura y la distancia. No sólo por respeto, sino también por miedo. Al ver que tenía ante ella a un completo desconocido, prefirió mantenerse alejada, aunque ratos antes estuviera debajo de él.
-Ella... Nunca supe por cuanto tiempo pero... Tenía un amante.- Jessica frunció el ceño al ver su expresión de dolor. -A veces me decía que iba de compras con sus amigas pero cuando volvía, no traía nada con la excusa de que nada le había gustado. Y yo le creía... Porque estaba locamente enamorado de ella.- Se sorbió la nariz y ella quiso abrazarlo pero la detuvo, imponiendo su mano entre ellos. Comenzaba a llorar y, verlo así le rompía el alma en millones de pedazos. Así que tomó su mano, la cual estaba extendida, y la besó, provocando que él la corriera.
-Tenías que ser tan igual... Es mi castigo.- Murmuró haciéndola estremecer. No era posible que se pareciera a su difunta esposa, tenía que estar desvariando.
-¿Qué pasó luego? ¿Qué pasó con Lacey?-
-Un día, me dijo que iría a un spa, con una de sus amigas y, aunque quise creerle como siempre, mis impulsos me llevaron a seguirla. Al llegar, ahí estaba él. No era sus amigas y no estaban en un spa, sino en un Motel. Lloré, me rompió el corazón porque aunque una parte de mí lo sabía, no quería admitirlo. Pero es como dicen "No hay peor ciego que...-
-Que el que no quiere ver.- Murmuró interrumpiéndolo.
-Exacto.-
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Unholy Confessions.
Fanfiction"-¿Sabes? Me recuerdas a alguien.- -¿A quién?- -Pasa, te contaré la historia.-" Jessica se había mudado a Huntington Beach después de pelearse con su novio pero, una simple visita a la casa de su atractivo y misterioso vecino cambió su vida para sie...