𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐈

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Severus caminaba en los jardines buscando por debajo de cada arbusto y detrás de cada calabaza, ¿qué estaba buscando? A nadie más que a Potter, o no, pero no cualquier Potter, estaba buscando a Harry Potter de 3 años.

¿Qué había pasado? Bueno, en cuanto esa poción cayo encima del mocoso algo paso que hizo que su edad cambiara a la de un niño de 2 o 3 años aproximadamente, pero no solo eso, no solo su edad había bajado.

Según Dumbeldore había algo en la poción que hizo que para Harry el tiempo cambiara, no solo su edad, así que, a los ojos de Harry, solo se había aparecido a un lugar extraño con gente extraña.

Pero, ¿por qué estaba en el jardín? Lo que pasa es que en cuanto apareció el pequeño niño, la tonta de Granger se había acercado y había intentado cargarlo, pero el pequeño se asustó y salió corriendo, ahora casi todo Hogwarts lo estaba buscando...

Tenía que corregirse, se había dicho que la poción se tenía que enseñar solo a los últimos años de Hogwarts, estaba equivocado... No se tenía que enseñar, tal vez solo de manera oral, pero hacerla, no.

Solo tenían que estudiar sus efectos, pero ahora gracias a Dumbeldore él tenía que estar buscando a un mocoso de 3 años con prácticamente solo una camisa del triple de su tamaño tapándolo.

—No me pagan lo suficiente — Se dijo el pelinegro mientras se agachaba para ver debajo de unas mesas, pero en cuanto levanto la tela que las tapaba un pequeño niño salió corriendo, escondiéndose en otra mesa.

Severus puso un hechizo para así evitar que el pequeño pudiera correr a otra dirección, el profesor se acercó a la mesa y levanto lentamente la tela ¿Qué podía decirle? Se miraba aterrado —Niño ven aquí

Realmente no le importaba lo que le pasara al mocoso, solo planeaba tomarlo y llevarlo con Dumbeldore... Pero al ver sus ojos... Llenos de miedo, no pudo evitar sentirse un poco mal —Ey... Po- Harry... Ven aquí, no te voy a hacer nada

El niño estaba paralizado, pero no lloraba, solo temblaba y no de frío —Tranquilo pequeño, estás bien, ven aquí — Harry no se movía, seguía en la misma posición, pegado en la pared, intentando alejarse aún más.

Severus intento poner la mejor cara posible para acercarse más al niño, solo le quedaban centímetros para poder llegar a él, y cuando lo tomo sintió su piel fría temblando mientras hacia todo lo posible por no llorar.

El profesor lo tomo entre sus brazos, Harry se alejaba lo más posible de él, pero no intentaba escapar, de seguro tenía demasiado miedo como para hacerlo —Calmate pequeñín, estás bien — Claro que no lo estaba.

Realmente no sabía mucho sobre niños, pero ese no era el comportamiento que uno debería tener, el niño debería estar llorando o intentando escapar, pero Potter solo hacía lo posible por no tocarlo, pero no escapaba, además de que no estaba llorando.

Escucho unos pasos acercándose, y noto como el pequeño se estresaba aún más, así que con su capa lo tapo —Severus, yo seguiré buscando aquí, tú ve a la Torre de Astronomía por favor — Minnie, que suerte.

—Minerva yo... — ¿Por qué no decía nada? Se podía librar del niño en ese instante —Ya voy — Y empezó a caminar a la Torre, pero en cuanto Minnie lo perdió de vista cruzo y fue a su oficina-habitación

Al llegar cerro la puerta, paso por su escritorio hasta el otro lado del cuarto y abrió la puerta de su habitación, después de eso reviso que todo estuviera cerrado y dejo al niño en la cama, y ahí noto algo.

Sus pies estaban sangrando ¿Cómo era que el niño no lloraba? —Ey, pequeño, ya estás bien — Harry solo lo miro y luego miro al piso, como si eso fuera su culpa —¿Sabes hablar? — Tal vez no, solo tenía como 3 años después de todo... O menos.

Pero parecía entenderlo —Voy por algo para curarte — Severus trajo flotando unas cosas para ayudarlo, Harry miraba todo asombrado —Es magia, pequeño — El mayor puso unas gotas de cada poción en sus pies y luego puso una venda.

Después de todo era un niño pequeño, no podía darle una poción diferente, esa lo ayudaría mejor, pero tardaría en sanar, si le daba algo más fuerte se podría enfermar... Pero dolía, cada cotada debía doler.

—¿Por qué no lloras? — Harry se hizo bolita después de esa pregunta, escondiendo sus pies debajo de la gran camisa y su cabeza entre sus piernas, Severus no entendía, ¿eso era normal? Bueno, al menos ya sabía que el pequeño si lo entendía.

Tenía que llamar a Minerva, pero tal vez lo haría después, le daría su cama al pequeño para que durmiera, después le daría un baño para quitarle toda la tierra, le daría algo que ponerse- ¿Qué? No, no era su problema...

Pero no haría mal en darle un poco de ropa y comida antes de llamar a la profesora ¿Verdad?





°°°Hola, espero que les haya gustado el capítulo ¡Tengan lindo día!°°°

•826 palabras•

•22-12-2022•

Niño de Cristal  |Severitus|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora