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Louis Tomlinson

Los labios de Harry se mueven por todo mi cuello, dejando marcas salvajes. Principalmente se centra en la parte baja de mi garganta succionando la piel y dándome suaves besos.

Su cuerpo a horcajadas del mío se presiona contra mi cuerpo, ejerciendo una placentera presión.

Su mano derecha sujeta mis dos manos, que permanecen inmovibles en nuestros regazos, mientras que su otra mano baja la cremallera de mis pantalones y se hunde dentro de mis bóxers.

Como en la vida real, Harry es amante del control también en las situaciones más íntimas.

Se suponía que era nuestro turno de vigilar, pero el hecho de que era de noche, sumado a que no había pasando nada relevante en horas había hecho que la cosa se calentara y Harry acabara en mi regazo.

Los toques con su mano se vuelven más intensos, mis ojos se cierran y mi cabeza se apoya en el asiento, demasiado embriagado por la situación como para controlar mis miembros.

— Mírame Louis.— demanda Harry.

Sigo su orden y abro los ojos. Harry me recompensa besándome completamente en la boca, su lengua se abre paso en mi boca y juega con la mía. Todo esto sin dejar de tocarme.

Nuestros labios se separan para coger aire y Harry vuelve a enfocarse en mi cuello, besándolo sin control.

De repente un destello hace que levante la vista y me ponga alerta. Docenas de coches abandonan el almacén.

Abrumado por todas las sensaciones intento llamar la atención de Harry. Pero es difícil cuando estoy a punto de correrme.

— Harry.— intento avisarle.

Harry me silencia con un beso, pero tengo que intervenir antes de que los perdamos.

Tiro de mis manos para que queden liberadas del agarre de Harry y cuando este me mira le empujo para que vuelva a sentarse en asiento del conductor.

— ¿Louis?— me pregunta extrañado. En pocos segundos ve lo que está pasando y reacciona instantáneamente.

— Mierda.— susurra mientras arranca el coche y sigue a la caravana de coches que abandona el almacén.

Lentamente me vuelvo a abrochar los pantalones. Todavía con todo el éxtasis por lo alto. Harry tampoco está mucho mejor, está completamente rojo y un bulto prominente se asoma por sus pantalones.

— Llama a los demás.— me indica.

Pocos segundos después el otro lado de la linea suena y varias voces nos reciben.

— ¿Qué pasa?— una voz medio dormida nos contesta.

— Alec, despierta a los demás. Están abandonando el almacén. Vamos a seguirles. Quiero que dos de vosotros vayáis a inspeccionar el almacén.— ordena Harry. Es impresionante como hace cinco minutos estaba completamente cachondo, pero ahora está centrado en la nueva situación.

Seguimos a la fila de coches por todo Londres, para disimular nos mantenemos a una distancia prudencial y las luces del coche permanecen apagadas.

A la entrada de la autopista la fila de coches se separa en dos, todos los coches se van hacia un lado, mientras que tan solo un coche va en dirección al centro.

— Se están separando, ¿Qué hacemos?— pregunto, la salida acercándose cada vez más.

Harry mira frenéticamente entre los dos coches y luego parece darse cuenta de algo. — Louis, mi mochila, en el bolsillo pequeño tiene que haber como un una especie de transmisor.

Only human [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora