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Harry Styles ( Dos)

Nunca pensé que volvería a ver a Nathan en esta vida. Pero ahí estaba, vivito y coleando.

Pero algo no estaba bien.

Algo no cuadraba.

¿Por qué fingiría su muerte?

Ciertamente no es posible que sobreviviera, la bala le atravesó el pecho, yo mismo lo vi.

Yo mismo le vi respirar por última vez y le tome el pulso hasta que dejé de notar latidos.

Tres segundos es todo lo que tardo en darme cuenta, esa persona a la que confié mi vida, a la que traté como un hermano, a la que conté mis secretos más profundos y mis pensamientos más oscuros me traicionó y con ello no solo ha puesto en peligro al mundo, sino que ha vendido a aquellos a los que no hace mucho llamó su familia.

— Louis, saca a Niall de aquí.— mi voz sale bastante calmada, todo lo contrario a como me encuentro ahora mismo.

— Pero...—

— ¡Vete de aquí!— ahora mi voz si sale mucho más fuerte, ni siquiera dejo a Louis terminar y ya ladrando la orden.

Miro fijamente a Louis, retándole a que vuelva a decir algo, para su suerte decide mantenerse callado y rápidamente coge a Niall por las axilas y se lo hecha al hombro, sacándose a ambos de la habitación.

Para mis sopresa nada pasa, Nathan les deja salir sin interponerse, en cambio les mira sonriente, como si fueran unos amigos que se despiden después de pasar un gran día juntos.

— Qué rápido me has sustituido.— en cuanto la puerta se cierra su voz llena el tenso silencio que se había formado.

— Eres un hijo de puta despreciable.— le grito, Nathan solo sonrie, lo que hace que la sangre me hierva todavía más fuerte. Me toma toda la fuerza del mundo no lanzarme sobre él en este momento y matarlo, en cambio tomo una fuerte bocanada de aire y continuo. — Todos estos años te he confiado la vida de otras cinco personas y nos has estado mintiendo a la cara.

— El trabajo es trabajo.— responde él encogiéndose de hombros. Todavía con una mirada de suficiencia.

— ¿Trabajo? ¿Pero tu te crees que les importas lo más mínimo?, eres uno más, un peon más que mueven a su antojo.

— ¿Tan insignificante te crees que soy?— una mirada de suficiencia marca su rostro.

Antes de responderle me tomo un segundo para analizarle, fisicamente sigue igual, cierto es que solo han pasado unos meses desde que nos vimos por última vez, pero su cara es totalmente diferente, siempre había tenido una mirada sincera y un gesto humilde, pero ahora no parece él en absoluto, todo él emana prepotencia y ego, dios ego, puedo olerlo desde aquí.

— No se que te habrán prometido, pero conozco a esa gente, son escoria, mentirosos que en cuanto tengan lo que quieran no van a dudar en dejarte tirado y cuando eso pase no voy a hacer otra cosa que no sea reirme en tu cara, eres un degraciado.— escupo.

— Puede que tengas razón, pero no es cuestión de promesas, sino lealtad. No te lo tomes como algo personal, son cosas que pasan, al final el trabajo es trabajo.

— ¿Lealtad? Hemos sido tú familia todos estos años. — No me creo nada, siento que estoy viviendo una auténtica pesadilla. — Te he contado cosas que nunca habría pensado contar. ¿Y así me lo pagas? Vendiéndote al primer desgraciado que te ofrece un par de..— no puedo terminar la frase antes de que Nathan se lance contra mi.

Cuando su cuerpo colapsa contra el mío ambos nos caemos al suelo, solo que yo recibo doble impacto, el del suelo y de Nathan encima mío. No me lo esperaba, ni siquiera pude prevenir su ataque, es como si su velocidad se hubiera duplicado.

Only human [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora