10; Enamorado

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Kaito no es tonto. Sabe muy bien todo lo que sucede en su familia, desde lo que hace Tamaki a escondidas hasta la extraña relación del menor de sus hijos con esa chica.

Mina es una chica de bien, es bonita y podría ser la madre perfecta para sus futuros nietos, pero Eijiro y ella tienen una relación extraña, ni siquiera parece que sean novios, de hecho, a veces hasta parecen simples conocidos. Eso no le gusta para nada, Eijiro ha encontrado a una buena chica y lo está desperdiciando todo.
No la besa, mucho menos la toca, ni siquiera su mano, Hanako cree que su hijo tan solo está siendo respetuoso y quiere esperar al matrimonio para hacer todas esas cosas, pero Kaito de verdad duda mucho que algún día lleguen a casarse. Ella no le demuestra ni un poco de amor, y él, mucho menos.

Eijiro últimamente se comporta de forma extraña e impropia de él. No entiende que es lo que le pasa, pero ha encontrado a un culpable: Katsuki Bakugou. Debe hacer que su hijo nunca vuelva a hablar con ese chico, o de lo contrario Katsuki lo convertirá en lo mismo que él, un maldito gay.

Enciende otro cigarrillo mientras observa a las mujeres yendo a recoger a sus hijos. Tantas faldas y tantas mujeres, se siente en el paraíso. Sabe que está casado, pero los hombres tienen que saciar sus deseos de vez en cuando, y su esposa no es tan atractiva como esas jóvenes mujeres que esperan en la puerta de la escuela primaria a sus hijos, o al menos no es atractiva en su perspectiva. Todas tienen una media de treinta y ocho años, su esposa es casi diez años mayor que todas ellas, y su cuerpo ya va en decadencia, al contrario de ellas, quienes son jodidamente sensuales en su retorcida mente.

No entiende porque su hijo no puede ver a su novia de la misma forma en la que él observa a esas mujeres. ¿Acaso es maricón o algo así?

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"test gay"

Sus ojos aún llorosos observan detenidamente las letras escritas en el buscador de Google antes de darle a la lupa, para buscar. Le salen infinidad de test que afirman poder definir su sexualidad en quince simples preguntas muy rápidas y sencillas de contestar. Le da click al primero que ve, y con la respiración agitada lo comienza, se siente incómodo mientras contesta, porque se puede hacer una idea de lo que va a salir cuándo termine, porque está siendo todo lo sincero que puede.

Tras quince preguntas a las que ha contestado con total sinceridad por fin le dan su resultado final. "65% homosexual, 35% heterosexual"

Debe admitirlo, está llorando de nuevo. Últimamente siente que está siendo un auténtico llorón que no puede dejar de derramar lágrimas. Todo esto empezó con Katsuki, y tiene que admitirlo, a veces siente que todo es culpa de él, pero que su familia sea una maldita mierda no es culpa de Katsuki, ni mucho menos suya. Los únicos a los que puede culpar de lo rota que está su familia es a sus progenitores, sobre todo a su padre que no hace nada por salvar su matrimonio mientras que su madre hace miles de sacrificios para que su padre vuelva a quererla de la misma manera en la que lo hacía cuándo eran jóvenes y comenzaron a salir.

Su matrimonio no tiene salvación, por mucho que ambos se empeñen en seguir juntos. La separación sería lo mejor, pero son extremadamente religiosos, para ellos tienen que estar unidos todas sus vidas, hasta que la muerte los separe.

Pero Katsuki no tiene la culpa de nada de eso, tan sólo de la increíble confusión que le está causando ese beso que le dió sin pensar, sólo puede culparlo de la confusión que le causa Katsuki en si.

Porque se ha dado cuenta que desde hace años ha sentido una curiosidad por él que a lo largo del tiempo no ha hecho más que crecer. Pero un tipo de curiosidad que no debería tener por ningún chico. A veces se preguntaba cómo sería su mejor amigo en una relación sentimental, de vez en cuándo lo imaginaba actuando cariñoso con su pareja, y lo peor, es que se imaginaba a si mismo siendo esa pareja. Fantaseaba con el sabor de sus labios, que ahora ha podido comprobar que es más dulce de lo que había imaginado. Y fantaseo con otras cosas que nunca debió imaginar, con nadie, ni siquiera con una mujer. E incluso ahora, suele fantasear con que Katsuki vuelva a besarlo.

Porque Katsuki siempre le ha gustado mucho, pero siempre se ha encargado de hacerse creer a si mismo que no era cierto. Con ese beso, sus dudas no han hecho más que crecer, antes, era muy sencillo convencerse a si mismo
de que Katsuki no le interesaba como algo más que una amistad, pero tras ese contacto que tuvieron sus labios, ya no hay forma de negar su enamoramiento por el rubio, después de haber disfrutado de ese beso más de lo que jamás a disfrutado un beso con Mina.

Y se siente terrible pensar en todas esas cosas, le sudan las manos al pensar en cómo podría reaccionar la gente cercada a él al enterarse y sobre todo, le tiemblan las piernas al volver a ver esos porcentajes que por años ha tratado de negar.

Ahora, ya no tiene forma de negarlo, no puede engañarse a si mismo una vez más diciendo que es una simple e inofensiva curiosidad por su mejor amigo. Ya no puede, no cuándo de nuevo la realidad lo golpea volviendo a recalcar el hecho de que es homosexual.

Está clarísimo, tanto que se siente abrumado y le cuenta respirar de forma correcta. Él está muy enamorado de Katsuki, por mucho que lo haya negado, siempre lo ha estado. Y la rabia buye en su interior, junto a unas lágrimas de pura impotencia que cubren sus ojos, se siente tan enojado consigo mismo por tener esa clase de gustos que siempre le han enseñado que son inhumanos. 










•Freedom• (Bakushima)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora